MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los Premios Nacionales de Investigación 2006, correspondientes a las áreas de Medicina, Biología, Ingeniería, Derecho y Ciencias Económicas y Sociales, y Humanidades, se han fallado hoy en el Ministerio de Educación y Ciencia, tras las reuniones deliberatorias de los jurados de cada uno de los galardones.
El Premio 'Gregorio Marañón' (Medicina) ha recaído este año en Joan Rodés Teixidor; el 'Santiago Ramón y Cajal' (Biología) ha sido para el doctor Joan Modolell Mainou; el galardón 'Leonardo Torres Quevedo' (Ingeniería) ha recaído en Mateo Valero Cortés; el premio 'Pascual Madoz' (Derecho y Ciencias Económicas y Sociales) ha sido para Andreu Mas Colell; y el Premio Nacional de Investigación 'Ramón Menéndez Pidal' (Humanidades) ha ido a parar a José Antonio Pascual Rodríguez.
El Ministerio recordó en un comunicado que estos galardones reconocen el mérito de aquellos investigadores españoles que estén realizando una investigación destacada en campos científicos de relevancia internacional, y aquellos que contribuyan al avance de la ciencia, al mejor conocimiento del hombre y su convivencia, a la transferencia de tecnología y al progreso de la humanidad.
HEPATOLOGÍA Y ANÁLISIS MOLECULAR DE GENES
En Medicina, el Premio 'Gregorio Marañón' ha recaído en Joan Rodés Teixidor, doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona y catedrático de Medicina en la misma universidad, en consideración a sus contribuciones como investigador en el campo de la hepatología, "que han modificado sustancialmente la práctica clínica, así como por la influencia y el impacto de sus publicaciones en la comunidad científica nacional e internacional", según el jurado.
Por su parte, el doctor en Bioquímica por la Universidad de Ohio en Columbus (USA) y profesor de Investigación del CSIC en el Centro de Biología Molecular 'Severo Ochoa', Joan Modolell, recibirá el Premio 'Santiago Ramón y Cajal' en Biología. El jurado le considera "pionero" en el análisis molecular de los genes que controlan el desarrollo del sistema nervioso en distintos organismos y sus descubrimientos figuran ya en los libros de texto. Añadió que a lo largo de su carrera científica han destacado el rigor y la excelencia de sus contribuciones que han llevado a un amplio reconocimiento internacional. Además, señaló que ha contribuido a crear en España una tradición científica de excelencia en el área de Biología del Desarrollo.
COMPUTADORES VECTORIALES
El profesor Mateo Valero, doctor ingeniero de Telecomunicación y catedrático de Arquitectura de Computadores por la Universidad Politécnica de Cataluña, ha recibido el Premio 'Leonardo Torres Quevedo' en Ingeniería por su "liderazgo internacional" por sus trabajos en la ingeniería de la arquitectura de los ordenadores a través de aportaciones fundamentales en el campo de los computadores vectoriales, sirviendo de base al procesador vectorial para supercomputación SX1, el más rápido del mundo.
Según el jurado, "su trabajo, de enorme repercusión industrial, ha atraído a España a industrias de primera línea que han establecido aquí centros de investigación". "Todo ello ha dado lugar a que Europa, con España en lugar prominente, haya recuperado una posición destacada en la investigación de los ordenadores, condición que había perdido tras los trabajos pioneros en la Segunda Guerra Mundial", señaló.
ECONOMÍA Y HUMANIDADES
El Premio 'Pascual Madoz' en Derecho y Ciencias Económicas y Sociales ha sido para Andreu Mas-Colell, doctor en Economía por la Universidad de Minnesota (USA) y catedrático de Economía y Empresa de la Universidad Pompeu Fabra, "por sus contribuciones a la investigación económica en los campos de la teoría de la demanda, del equilibrio general, y de la teoría de juegos cooperativos y no cooperativos, así como de las relaciones entre ellos, recogidas en publicaciones que son referencia obligada entre la comunidad investigadora internacional".
Finalmente, el jurado ha concedido el Premio Nacional de Investigación 'Ramón Menéndez Pidal' en Humanidades a José Antonio Pascual Rodríguez, doctor por la Universidad de Salamanca y catedrático de Lengua Española en la Universidad Carlos III de Madrid, "por la solidez de su trabajo basado en la tradición filológica hispánica utilizada con el máximo rigor, unido a una gran capacidad de innovación y a una muy destacada finura intelectual". A su trayectoria se une la importancia de proyectos futuros que aseguran la continuidad de su excelente producción investigadora, añadió el jurado.
