La madre de Sandra Palo dice sentirse "engañada" y "desesperada" al no poder ver la salida de 'Rafita'

Actualizado: miércoles, 27 junio 2007 14:29


MADRID, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -

La madre de Sandra Palo, María del Mar Bermúdez, dijo sentirse hoy "engañada" por el juez, el Centro de menores Renasco y las instituciones al no haber podido ver la salida de 'Rafita', uno de los cuatro asesinos de su hija, del centro donde ha cumplido los cuatros años de condena que le impuso el juez.

Muy alterada y desconsolada, Bermúdez llegó a las puertas del centro, junto a su marido, tan sólo cinco minutos después de que el joven, que ya ha cumplido los 18 años, abandonara el lugar en un furgón de la Policía Nacional dirección a otro centro, fuera de la Comunidad, donde cumplirá los tres años que le quedan en régimen abierto.

"Me han engañado, sólo quería que los medios pusieran cara a este individuo, yo ya lo conozco. Llevo cuatro años esperando este momento, para poder desahogarme y sacar todo el dolor que llevo dentro y ahora estoy más frustrada, tengo que quedarme con todo dentro, me quieren ver metida en un hospital", declaró entre lágrimas la madre de la joven de 22 años que fue violada, quemada, atropellada repetidas veces y abandonada en un descampado de la carretera de Toledo en mayo de 2003.

Ante la desesperación de la madre, el subdirector del Centro salió para hablar con ella y explicarle que la forma elegida para la salida de 'Rafita' no fue determinada por el centro, dependiente de la Comunidad de Madrid, sino por el juez y la propia Policía, probablemente por el Grupo de Menores de la Brigada Provincial de la Policía Judicial (GRUME).

Los padres de la chica asesinada manifestaron que llegaron tarde porque, con los nervios, se perdieron. "Hemos llamado a la directora de la Agencia de Reinserción, Carmen Balfagón, para confirmar que había salido y nos dijo que salió a las 7.50 horas y que el intervalo en el que podía salir era finalmente entre las 00 horas y las 12h de hoy y no entre las 12h y las 00h de mañana, como en un principio nos habían dicho", dijo el padre, que se mantuvo más sereno.

María del Mar también subrayó que ha hablado con su abogado y en los próximos días denunciará al Centro de Menores y al juez por "engañarla" y mostró su determinación de quedarse frente al edificio hasta que "alguien con poder o un juez" vaya y le dé una explicación "convincente".

Asimismo, se preguntó por qué las autoridades le han vuelto a engañar -- el pasado día 12 de junio también esperó sin éxito durante horas ante el centro tras recibir una información falsa sobre la salida de Rafita-- y consideró que, probablemente, se deba al apoyo que ha recibido por parte de la sociedad, como quedó demostrado en la manifestación que protagonizó ayer.

"¿Por qué no sale ahora el director del Centro como lo hizo el martes. Son todos unos sinvergüenzas y unos corruptos. No salen porque saben que ¿se los van a comer? o ¿porque yo me tiraría encima? No se puede jugar con el dolor de las personas", manifestó María del Mar.

'El Rafita', que tenía 14 años cuando se cometió el crimen, tendrá que cumplir durante los próximos tres años las reglas de conducta que le ha impuesto el Juzgado de Menores número 7, encargado de ejecutar la sentencia que le condenó por formar parte del grupo que violó, quemó y mató a la joven getafense, de 22 años, que sufría una discapacidad psíquica.

Pese a que no se ha acordado ninguna orden expresa de alejamiento respecto a los padres, el joven estará fuertemente custodiado y controlado, y tendrá que comparecer ante el Juzgado cuando se le requiera. Además, deberá residir en el domicilio que haya determinado el centro de Renasco, tendrá que cumplir los horarios de las actividades a realizar y normas de convivencia que le exija el centro, de donde no podrá ausentarse sin autorización del juez.

Junto a 'Rafita', el Juzgado de Menores condenó a J.R.M., conocido como 'El Ramoncín', y a R.F.C., 'El Ramón', a ocho años de internamiento y cinco años de libertad vigilada. Mientras, a Francisco Javier Astorga, 'El Malaguita', se le impuso una pena de 64 años de prisión por participar en el secuestro, violación y asesinato de la joven.