Ministro de Inmigración francés dice que el último texto de las pruebas de ADN a inmigrantes satisfacerá a su Gobierno

Actualizado: miércoles, 10 octubre 2007 16:01

MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -

El ministro francés de Inmigración e Integración, de Identidad Nacional y del Codesarrollo, Brice Hortefeux, se mostró hoy convencido de que la última versión del texto que regula que los inmigrantes que quieren reagruparse con su familiares en Francia deben hacerse una prueba de ADN "responde a las preocupaciones" de la secretaria de Estado de Política de las Ciudades, su compañera de Gobierno Fadela Amara.

Amara, fundadora de la organización 'Ni Putas Ni Sumisas', rechazó ayer la enmienda presentada por Hortefeux que introduce que los inmigrantes que quieran acogerse al reagrupamiento familiar deben hacerse pruebas de ADN, y consideró "repugnante" la "instrumentalización" que se hace de la inmigración.

Hortefeux dijo, tras entrevistarse en Madrid con el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, que Francia es un Gobierno "abierto y con distintas sensibilidades" y agregó que "la libertad de expresión es lo más importante". "Mi colega, a la que aprecio mucho, creo que cuando lea la última versión del texto revisado en el Senado no tendrá objeciones", apostilló.

Así, recalcó que este texto ha sido apoyado por el 60 por ciento de los franceses y agregó que existe "un respeto a los diferentes puntos de vista" que existen dentro del propio Gobierno francés. Además, rechazó que un ministro pida la dimisión de meimbros del Ejecutivo galo.

El borrador de ley que regula los candidatos a la reagrupación familiar ha sido objeto de un vivo debate parlamentario y una dura oposición por parte de organizaciones no gubernamentales, partidos políticos de izquierda e incluso por algunos miembros de la derecha, ya que el texto prevé que a estas personas se les haga un test de ADN para verificar que pertenecen a familias asentadas en el país galo.

Además, Hortefeux apuntó que en Francia "hay 92.500 personas que han venido por motivos de reagrupamiento familiar y sólo 11.000 son inmigrantes económicos", lo que supone, afirmó, "una cifra mucho más desequilibrada" que en España, donde hay 200.000 inmigrantes económicos y otros 200.000 que han venido reagrupados.