ROMA, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
La organización 'Voices of faith' (Voces de Fe), que invita a mujeres católicas de todo el mundo a romper el silencio para exigir la plena igualdad en la Iglesia, se ha mostrado "decepcionada" con el Sínodo de la Amazonia, que concluyó este domingo ya que las religiosas que tienen el mismo estatus canónico que los hermanos superiores no pudieron votar el documento final.
"Estamos decepcionadas de que el Sínodo, que ha sido un momento de apertura en la Iglesia, no haya aprovechado plenamente la oportunidad de habilitar el voto femenino. Lo único que queremos que las mujeres tomen parte de las decisiones en la Iglesia", ha señalado en entrevista con Europa Press, la teóloga polaca, Zuzanna Flisowska, quien representa a esta organización feminista, con sede en Roma.
En este Sínodo han participado un total de 35 mujeres, entre expertas, religiosas y líderes indígenas. Se trata del mayor número de presencia femenina en una reunión eclesial de este tipo, pero no han podido votar, una competencia que queda reservada solo para los padres sinodales. Algunos grupos de religiosas pidieron a través de una petición en Internet que las Superioras Religiosas pudieran votar el documento final sin éxito.
"APERTURA" SOBRE EL PAPEL DE LA MUJER
En cualquier caso, Flisowska ha reconocido que en la asamblea sinodal, que se cerró con la propuesta de ordenar sacerdotes a hombres diáconos casados, ha habido una "apertura" y un "paso adelante en la discusión" sobre el papel de la mujer. "Ha sido un paso adelante. Se han usado palabras bellas y justas para el papel de la mujer en la Iglesia, pero lo que nos deja en espera ya que, de momento, son solo palabras y no hay propuestas concretas. No sabemos si de esto después nacerá algo concreto. Pero reconocemos que es mucho cómo han hablado del liderazgo femenino, algo que no es habitual en los documentos de la Iglesia", ha dicho.
De hecho, el documento final subraya la necesidad de que la Iglesia reconozca el liderazgo femenino "reforzando su participación en los consejos pastorales de parroquias y diócesis, o incluso en instancias de gobierno". Además, plantea que las mujeres puedan recibir los ministerios laicos del Lectorado y el Acolitado, entre otros, y pide que sea creado el ministerio instituido de "la mujer dirigente de la comunidad" reconociendo este ministerio dentro del servicio de las cambiantes exigencias de la evangelización y de la atención a las comunidades.
Sin embargo, para Flisowska el Sínodo no ha hecho "propuestas concretas" y se ha quedado "solo en palabras". Sobre la apertura del diaconado para las mujeres, el texto final señala que esperarán a las conclusiones de las comisión que estudia el tema y que el Papa ha anunciado que volverá a convocar y a dotar de nuevo personal.
"Se ha hablado mucho del servicio y el trabajo que hacen las mujeres en las regiones en la Amazonia que esperan el reconocimiento de este trabajo y la ayuda sacramental para poder realizarlo", ha apuntado la teóloga. Sobre la discusión sobre la confesión del diaconado a las mujeres, Flisowska ha señalado como "expertos y obispos están a favor de esta discusión sobre diaconado de la mujer" y así ha alabado la decisión del Santo Padre de volver a convocar la comisión de estudio sobre este argumento y agregarle nuevos miembros.
"Hay testimonios de mujeres que en los primeros años del cristianismo eran diaconas. Su nombramiento sería un apoyo concreto para mujeres religiosas y laicas que ya desarrollan esta misión", ha señalado.
"¿Cómo podemos esperar la inclusión de la experiencia femenina en la Amazonia, si no se toman en serio a las mujeres en la estructura del Sínodo? Hoy vemos cómo la experiencia cotidiana, valiente y dedicada de las mujeres que sirven a la Iglesia y que han estado haciendo el trabajo de los diáconos durante muchos años, no se ha valorado de forma seria", ha agregado.
En este sentido, ha dicho que habrá que esperar a la exhortación apostólica que el Papa publicará antes de finales de año, según aseguró él mismo. "Quizá debemos esperar su documento. Obviamente el Sínodo ayuda al Santo Padre en su trabajo y en su ministerio", ha recalcado.
El propio Pontífice reconoció el pasado sábado en su saludo final que el documento del Sínodo se queda "corto" en relación a las mujeres. "Recojo el guante que han dicho por aquí, y es que las mujeres sean escuchadas", señaló Francisco cuando anunció la reapertura de la comisión sobre el diaconado femenino creada en 2016 y que tras dos años de estudio no llegó a ninguna conclusión sobre la función de las dioconisas o sobre su propia existencia al comienzo del cristianismo.
