Un padre acusa a su ex pareja japonesa de haber "secuestrado" a su hijo

EP
Actualizado: miércoles, 10 diciembre 2008 12:18


MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -

Estas fiestas navideñas van a ser "muy duras" para José María Cacho, porque es más que probable que no pueda compartir ninguno de los días señalados con su hijo Martín, de ocho años, cuyo paradero desconoce desde enero de 2008 y a cuya madre --de origen japonés-- acusa de haberlo secuestrado y de llevárselo fuera de España sin el permiso paterno.

La última vez que que lo vio fue el día que lo entregó en el punto de encuentro, después de Reyes, el siete de enero. Habían pasado juntos una semana de las dos de vacaciones de las que disfrutan los escolares en Navidades, dentro del régimen de visitas que se estableció tras la separación judicial de sus padres en 2001.

Sin embargo, Cacho recordó a Europa Press Televisión que su preocupación empezó antes de la entrega, debido a algunos comentarios de su hijo que hablaban de tintes de pelo y de cosas que se guardaban en cajas. José María ya conocía el deseo de su ex pareja de regresar a su Japón natal, y sabía que era posible que intentase llevarse con ella al hijo de ambos.

Por eso, tras la separación, solicitó que fuese necesaria la autorización paterna para viajar al exterior del territorio nacional. Sin embargo, y a pesar de la oposición del progenitor, Martín ha visitado el exterior en tres o cuatro ocasiones, pero siempre teniendo que presentar su madre los billetes de vuelta.

Pero en esta ocasión, José María cree que no ha sido así. Sus sospechas se convirtieron en certezas cuando su hijo no se presentó en el punto de encuentro quince días después de la festividad de Reyes, y cuando constató que tampoco había asistido al centro de Valdemoro donde actualmente estaba escolarizado.

Al pasar los días sin tener noticias, este padre decidió poner la correspondiente denuncia por lo que considera el secuestro de su hijo a manos de su propia madre. También puso en conocimiento del caso a policía, al colegio, al punto de encuentro y ahora el asunto ha llegado hasta el Ministerio de Asuntos Exteriores.

El principal problema es que en la actualidad no existe ningún acuerdo bilateral entre Japón y España en materia civil. Según Chacón, el cónsul español en el país nipón se está encargando de las gestiones correspondientes, pero no se puede saber cuál será el resultado, porque "es un asunto muy delicado y complicado jurídicamente hablando".

También la INTERPOL se ha puesto en contacto con las autoridades japonesas pero, a día de hoy, no se ha producido ninguna respuesta, aunque este padre está prácticamente convencido de que su hijo está residiendo en ese país, donde la última pareja de la madre ha fijado su nueva residencia.

"Mi preocupación es alta, no se ni dónde ni cómo está mi hijo, no puedo comunicarme con él, que se encuentra en un entorno diferente al que se ha criado", insistió. No obstante, ahora debe confiar en los trámites que se están llevando a cabo a nivel diplomático, y su "esperanza" es el papel que el cónsul pueda desempeñar.

SOLICITA LA GUARDIA Y CUSTODIA

Tras lo ocurrido, que califica de "secuestro y retención" de su hijo, José María considera que puede pedir que la guardia y custodia de Martín pese a que en la actualidad la ostenta la madre, ya que las condiciones en las que se estableció esta decisión han cambiado. "Voy a recurrir la guardia y custodia de la madre por modificación grave por secuestro", dijo.

Este hombre está dispuesto a viajar a Japón para recuperar a Martín, pero quiere hacerlo con una resolución judicial en la mano. La dificultad estriba en que un juez japonés reconozca la sentencia dictada por uno español, y aunque existe algún antecedente, no resultará sencillo.

Mientras, José María tendrá que prepararse para pasar unas Navidades sin su hijo, con el que asegura que la relación es muy buena. De hecho, afirmó que Martín ha manifestado en numerosas ocasiones, incluso ante el juez, su deseo de vivir con su padre, un anhelo que es compartido por su progenitor pero que hasta ahora no ha podido verse cumplido.