El Papa renueva la estructura del banco del Vaticano con mandatos de cinco años para evitar conflictos de interés

Archivo - 06 January 2023, Vatican, Vatican City: Pope Francis presides Holy Mass on the Solemnity of the Epiphany of the Lord in St. Peter's Basilica at the Vatican. Photo: Evandro Inetti/ZUMA Press Wire/dpa
Archivo - 06 January 2023, Vatican, Vatican City: Pope Francis presides Holy Mass on the Solemnity of the Epiphany of the Lord in St. Peter's Basilica at the Vatican. Photo: Evandro Inetti/ZUMA Press Wire/dpa - Evandro Inetti/ZUMA Press Wire/d / DPA - Archivo
Publicado: martes, 7 marzo 2023 14:27

   Se ha designado la figura de un auditor externo y se definirá el Código Ético de la institución, entre otras novedades

   ROMA, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

   El Papa ha limitado a cinco años el mandato de los altos cargos en el Instituto para las Obras de Religión (IOR), el llamado banco del Vaticano, que solo podrán ser renovados una sola vez, con el fin de evitar conflictos de interés y ha definido las posiciones de los distintos órganos con el objetivo de no caer en solapamientos o duplicidad de actividades.

   En un quirógrafo difundido por la oficina de prensa del Vaticano este martes, Francisco ha dispuesto la creación de un Consejo de Superintendencia compuesto por siete miembros de "reconocida experiencia económico-financiera y probada solvencia, que reúnan los requisitos expresamente previstos en el reglamento" que "durarán cinco años en sus funciones y podrán ser confirmados una sola vez".

   Este organismo se encargará, por ejemplo, del sistema de vigilancia interna, de nombrar y destituir a los responsables del control, así como de aprobar las "operaciones extraordinarias y de gran envergadura" así como "los objetivos presupuestarios anuales, en consonancia con los riesgos a los que está expuesto el Instituto".

   También definirá el Código Ético del Instituto y se encargará de "examinar la adecuación del capital del Instituto y la coherencia con sus objetivos estratégicos".

   El pontífice también ha reforzado la figura del Director General, que será el encargado de presentar el informe financiero del año anterior, con la contabilidad de pérdidas y ganancias y un proyecto de presupuesto que "irá acompañado de un informe anual sobre la evolución de la gestión del Instituto" además de otro documento del auditor legal.

   Además, ha designado la figura de un auditor externo con las competencias de emitir un dictamen sobre los estados financieros del Instituto y revisar toda la documentación contable, que será designado por la Comisión Cardenalicia, a propuesta del Consejo de Superintendencia, para un período de tres años, renovable una vez.

   Se trata de una renovación normativa con el objetivo de adaptar el funcionamiento de la pequeña entidad financiera con poco más de cien empleados, cuyos depósitos ascienden a unos 6.000 millones de euros si se cuentan los activos de todos los clientes, la nueva Constitución Praedicate Evangelium.

   En un paso más para dar carpetazo a las anomalías e irregularidades en las finanzas del Vaticano, el Papa Francisco centralizó en agosto la gestión de todos los activos financieros en el IOR para que tuviera la competencia exclusiva de la gestión económica del Vaticano. De hecho, los dicasterios, oficinas y organismos afines de la Santa Sede transfirieron al instituto financiero todos los activos financieros y además de la liquidez.

   El primer paso hacia la transparencia llegó en 2010. Benedicto XVI creó la Autoridad de Información Financiera (AIF), la primera institución en la historia del Vaticano que se ocupó de la vigilancia de las actividades. Para acabar con las prácticas financieras irregulares, el IOR comenzó a rendir cuentas y a presentar con regularidad sus balances.

   A partir de entonces se revisaron las casi 20.000 cuentas abiertas y se hizo una criba de clientes cuyo perfil está limitado a instituciones católicas, eclesiásticos, dependientes del Vaticano y embajadas y embajadores acreditados ante la Santa Sede. Este proceso acabó con la liquidación de más de 5.000 cuentas corrientes, la mayoría inactivas, pero también algunas de dudosa titularidad.

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