ROMA, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Papa Francisco ha deseado que se aceleren los "gestos de reconciliación" y "consenso" entre las naciones sobre el genocidio armenio, durante su reunión este jueves con una veintena de obispos del Sínodo de la Iglesia Armenio-Católica.
Los prelados participarán el próximo domingo en la Santa Misa que celebrará el Pontífice para los fieles de rito armenio en la basílica de San Pedro y durante la cual proclamará Doctor de la Iglesia a san Gregorio de Narek.
En este sentido, el Papa ha indicado que el domingo rezarán por los hijos e hijas de Armenia que fueron "victimizados hace cien años" e invocarán la Divina Misericordia "para que ayude a curar todas las heridas y acelerar gestos concretos de reconciliación y de paz entre las naciones que aún no llegan a un consenso razonable en la lectura de tales tristes acontecimientos".
Francisco ha saludado a través de los obispos a todo el clero y los fieles laicos de la Iglesia Armenia Católica, tanto a los que han acudido estos días a Roma como a "aquellos que viven en los países de la diáspora, como los Estados Unidos, América Latina, Europa, Rusia, Ucrania".
"Pienso con tristeza en particular en aquellas zonas, como la de Alepo, que hace cien años fueron puerto seguro para los pocos supervivientes. Estas regiones, en los últimos tiempos, han visto en peligro la permanencia de los cristianos, no sólo armenios", ha añadido.
Según ha recordado, el pueblo armenio es reconocido por la tradición como el primero en convertirse al cristianismo en el año 301 y conserva "un patrimonio admirable de espiritualidad y de cultura, junto con la capacidad de levantarse tras las muchas persecuciones". Además, ha indicado que ahora, la conmemoración de las víctimas de hace cien años, les pone "ante las tinieblas del mysterium iniquitatis".
"Como dice el Evangelio --ha subrayado el Pontífice--, desde lo más profundo del corazón humano pueden desencadenarse las fuerzas más oscuras, capaces de llegar a programar sistemáticamente la aniquilación del hermano".
No obstante, ha puntualizado que, para los creyentes, la cuestión del mal introduce también al misterio de la participación en la Pasión redentora y, en este sentido, ha recordado a "no pocos" armenios que "fueron capaces de pronunciar el nombre de Cristo hasta el derramamiento de la sangre o a la muerte por inanición en el éxodo sin fin al que se vieron obligados".