MADRID, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
Pons Seguridad Vial propone centrar esfuerzos y alcanzar en el plazo de dos años la realización de un control por cada dos conductores, frente a los 5,5 millones que se hicieron el año pasado, una cifra que representa un control por cada cinco conductores.
"Lo importante es la sensación de control, no más o menos sanción o más o menos pena", asegura la consultoría, que lamenta que el número actual de controles que se hacen de alcoholemia están "muy lejos" de países como Nueva Zelanda, tanto en número de controles como de conductores.
De hecho, según Pons Seguridad Vial, la Unión Europea recomendaba en 2004 que uno de cada tres conductores del censo se sometiesen a control de alcoholemia con el objetivo de generar sensación de control en la población.
El alcohol es una de las principales causas de accidentalidad y mortalidad vial en España. De hecho, uno de cada tres conductores fallecidos había ingerido alcohol por encima de los límites legales establecidos.
Para evitar comportamientos humanos indebidos en la conducción, la consultoría hace hincapié en la importancia de la educación, así como de la fiscalización que, en el caso del consumo de alcohol, destaca los controles.
Según datos de la Fiscalía presentados este martes, los expedientes administrativos por alcohol descendieron en 2018 a 73.409 frente los 75.430 que hubo en 2017, aunque se produjeron más controles, hasta 5,5 millones.
No obstante, aumentaron los de conducción con drogas, que pasaron de los 32.045 de 2017 a los 51.126 en 2018, alcanzando así el techo más alto desde 2012. Si bien aumentaron también (hasta un 55%) los controles de drogas a conductores, hasta alcanzar cerca de 140.000.