Renuncia.- El cardenal Ravasi advierte de la importancia de que exista "comunión" entre ellos para lograrla con Dios

Actualizado: martes, 19 febrero 2013 20:08

ROMA, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Consejo Pontificio para la Cultura, el cardenal italiano Gianfranco Ravasi, ha destacado durante las predicaciones de los ejercicios espirituales que lleva a cabo esta semana el Papa Benedicto XVI junto a sus colaboradores de la Curia Romana, que "para lograr la Comunión con Dios hay que ser un solo Cuerpo, debe haber comunión" entre ellos.

Así, el cardenal Ravasi, que este año es el predicador de los ejercicios de Cuaresma en la capilla Redentoris Mater del Palacio Apostólico, ha remarcado que el amor a los hermanos y la conversión de los corazones para cruzar el umbral conduce a la comunión con el Señor y a no correr el riesgo de quedarse en un mero rito exterior.

Además, Ravasi ha apuntado que la experiencia de encuentro en Dios y con Dios crea solidez, tan necesaria en una sociedad como la actual, definida a menudo como una sociedad líquida, es decir con una moralidad que parece no conocer normas objetivas, sino opciones espontáneas e instintivas.

Asimismo, el cardenal italiano ha subrayado acerca de la revelación que la Palabra de Dios es como primera grande epifanía, cantada por el Salterio y que cada uno la descubre rezando. "No resuenan sólo mis palabras, sino que también la Palabra de Dios resuena en mí", ha añadido.

Los ejercicios espirituales se llevarán a cabo hasta la mañana del próximo sábado 23 de febrero, como es habitual, por lo que este miércoles no habrá audiencia ni ninguna otra actividad.

Después del término de los ejercicios espirituales, el mismo sábado 23, Benedicto XVI recibirá al final de la mañana en audiencia privada al presidente de la República Italiana, Giorgio Napolitano.

El próximo domingo 24 de febrero el Pontífice rezará el último Ángelus con los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro y el miércoles 27 de febrero llevará a cabo su última audiencia general, que se realizará en la Plaza de San Pedro. Este evento será el último público del Pontificado de Benedicto XVI.