Transportes insiste en que el refuerzo de la seguridad para vigilar sabotajes en el Metro no va contra los trabajadores

Actualizado: miércoles, 14 marzo 2007 14:52


MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

La consejera de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Elvira Rodríguez, afirmó hoy que el refuerzo de seguridad para vigilar posibles sabotajes en el funcionamiento del metro no es "una medida contra los trabajadores, sino todo lo contrario".

"Estamos haciendo todos los análisis posibles por el bien de todos, por el de los viajeros y su seguridad, el de los

trabajadores, el de la empresa, y por la obligación que tenemos de dar un servicio público en condiciones", dijo la responsable regional tras asistir a la circulación en pruebas de los trenes del metro ligero de los PAU's del norte.

Pocas horas después de la concentración convocada por el comité de

empresa de Metro de Madrid para defenderse de las acusaciones de que las últimas averías sufridas por el suburbano sean intencionadas, Rodríguez dijo "no saber muy bien cómo interpretar" esta protesta, si bien opinó que se produce "en respuesta al incremento de las medidas de seguridad y para reivindicar que los trabajadores de Metro no sabotean el metro". "Pues, claro, faltaría más", recalcó.

"Yo ya he dicho en otras ocasiones y vuelvo a decirlo ahora que la

seguridad en Metro es buena para los viajeros y también para los

trabajadores. Los hechos que han sucedido nadie puede negarlos y la

seguridad va dirigida precisamente a impedir que se repitan y, desde luego, no es una medida contra los trabajadores sino todo lo contrario", insistió la consejera de Transportes e Infraestructuras.

"ACTUACIONES VOLUNTARIAS"

Así, dijo que los cien agentes de seguridad destinados desde el pasado lunes a vigilar posibles sabotajes en las cocheras de los trenes --que suponen, según dijo, "más de 1.000 horas de trabajo de seguridad nuevas"-- y la instalación de cámaras "van a controlar que no se hagan, dentro de lo que se pueda, determinadas actuaciones que producen desperfectos en los trenes y que, como ha dicho la Policía, pero no hacía falta que lo dijera la Policía porque nosotros hemos visto las fotos todos, eran debidas a actuaciones voluntarias, de personas", advirtió la consejera, incidiendo en que "eso es bueno también para los trabajadores de Metro, porque, indudablemente, son responsables y se preocupan no sólo por su trabajo sino también por la empresa".

Refiriéndose en concreto a la avería sufrida el pasado jueves por un tren de la línea 5 de metro, que interrumpió el servicio durante horas y causó lesiones leves a una docena de viajeros en la estación de Carabanchel por la violencia del frenazo, Rodríguez se reafirmó en que el hecho de que "se cayera el motor de un tren que tiene 7 u 8 años a cualquiera le puede sonar como raro".

"La primera explicación antes de desmontar del tren es que se podía haber bloqueado el motor y eso es lo que hubiera hecho fuerza, pero, cuando se ha metido en talleres y se ha analizado que no estaba bloqueado, lo único que hemos visto es que los tornillos que han aparecido rotos estaban, en su terminología (en alusión a los técnicos), segados, y en terminología corriente, que tenían un corte limpio, que se puede producir por la presión de caerse el motor y pulirse con los lados del motor", explicó.

A este respecto, Rodríguez señaló que "se están analizando en laboratorio los tornillos que se han encontrado y haciendo pruebas para ver qué es lo que ha podido producir vibraciones o que se haya soltado algún tornillo".

"Un tornillo de un motor de un tren de siete años no se desgasta, porque no se puede desgastar, porque están preparados para durar 30", recalcó la consejera de Transportes e Infraestructuras, quien aseguró que están "haciendo todos los análisis posibles por el bien de todos" y, al mismo tiempo, "levantando actas de todas las operaciones por si hubiera lugar a una eventual denuncia que, si ha lugar, se hará y, si no, no, pero debemos tratar este asunto con la máxima seguridad", concluyó Rodríguez.