La velocidad variable cumple con las expectativas de menos congestiones y accidentes, según Tráfico de Cataluña

BARCELONA, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

El director del Servicio Catalán de Tráfico (SCT), Josep Pérez Moya, aseguró hoy que el sistema de velocidad variable implantado en los accesos a Barcelona por la autovía C-31 y la autopista C-32 cumple con las expectativas de reducción de las congestiones y accidentes.

La previsiones del SCT situaban en torno a uno 15 o 20 por ciento la reducción de las congestiones con el sistema de velocidad variable, y una simulación de la velocidad variable presentada hoy por el jefe de proyectos de la empresa TSS, Gabriel Funés, apunta una mejora del tiempo de recorrido en un 47%, un comportamiento cercano a la realidad del primer mes, según dijo Pérez Moya.

No obstante, el director de Trànsit no quiso concretar cifras a la espera de obtener más datos acerca del funcionamiento del sistema.

"En las vías de velocidad variable, tenemos 16.000 vehículos por día en la C-32 y 10.000 en la C-31, y cada vehículo tiene entre cuatro y ocho paradas menos, y ganan entre 30 segundos y un minuto en su recorrido", recalcó.

Durante la II Jornada sobre Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS) en Catalunya, el director del SCT aseguró haber constatado que durante este primer mes de velocidad variable se reducen las arrancadas y paradas de los vehículos, y por lo tanto, mejora la fluidez del tráfico.

Además, las congestiones se han "compactado" por lo que se ha ganado en capacidad, y se han reducido las incidencias, especialmente las colisiones por alcance. Con la velocidad variable, los usuarios prestan "más atención a la vía, más atención a la conducción" y se producen menos accidentes, puntualizó.

Pérez Moya hizo hincapié en que el sistema está funcionando correctamente y que la comunicación entre los portales de señalización y el sistema informático que los gestiona no ha registrado problemas.

BAJA LA MOVILIDAD POR LA CRISIS

Según el SCT, la movilidad se redujo un 3% en el área metropolitana de Barcelona en 2008, especialmente en el último trimestre del año, debido a la crisis económica. La movilidad obligada, relacionada con la actividad laboral, bajó un 1,6%.

Las denuncias por infracciones de tráfico han descendido desde principios de 2008, cuando se limitó la velocidad en los accesos a Barcelona a 80 kilómetros por hora, pasando de más de 600 cada día a las 300 que se han interpuesto en los últimos meses.