Puig pide no amparar ideológicamente la violencia urbana e ICV-EUiA quiere que Mas le cese
BARCELONA, 31 May. (EUROPA PRESS) -
Los grupos parlamentarios en la oposición han cargado contra el consejero de Interior, Felip Puig, por su gestión durante la huelga general del 29 de marzo por no saber aislar a los violentos que protagonizaron graves disturbios en el centro de Barcelona, y el diputado del PSC Joaquim Llena le ha llegado a tachar de "chapucero".
Durante su intervención este jueves en la comisión de Interior, Puig ha vuelto a pedir a los grupos que no se ampare ideológicamente a la violencia, porque "aislar a los violentos no vulnera los derechos civiles" y porque en la batalla a favor de los derechos sociales no hay espacio para un doble lenguaje.
Ante la presencia de la sindicalista de la CGT y dos estudiantes que ingresaron en prisión preventiva, Puig ha asegurado que los Mossos d'Esquadra no detienen a sindicalistas ni estudiantes, sino solo a personas que cometen delitos, y ha vuelto a repetir que los arrestos no son políticos, sino a raíz de las investigaciones policiales.
Desde el PSC y ERC han puesto el acento en los graves disturbios que se produjeron, que aparecieron en medios de comunicación de todo el mundo, y el republicano Oriol Amorós le ha pedido una actuación más eficiente porque ese día "fracasaron, lo hicieron mal, y no puede volver a pasar", sobre todo porque se hicieron pocas detenciones el mismo día.
El diputado de ICV-EUiA Jaume Bosch ha pedido al presidente del Govern, Artur Mas, que cese a Puig y a su equipo porque es "el consejero más inadecuado en unos momentos en que la tensión social aumenta" por la crisis económica porque cree que fomenta la confrontación.
El ecosocialista le ha recriminado la "indistinción de la represión en plaza Cataluña" porque fueron incapaces de distinguir a los violentos --una crítica que también le ha hecho Amorós porque hubo una criminalización generalizada--, y Bosch ha considerado además que el dispositivo fue un "desbarajuste total" y ha lamentado que el consejero no haya admitido ningún error.
Pere Calbó (PP) ha pedido que se centre el debate en que "desde hace mucho tiempo los violentos aprovechan las concentraciones para destrozar Barcelona", y ha reclamado a Puig menos anuncios y más eficacia, además de tender la mano, y se ha sumado al compromiso de luchar contra la violencia urbana.
