Un agente descubre en Melilla a un clandestino subsahariano al tocar su pierna bajo el salpicadero de un coche

Actualizado: sábado, 27 octubre 2007 18:56

MELILLA, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un agente de la Guardia Civil descubrió ayer a un subsahariano que intentaba acceder clandestinamente a Melilla al palpar su pierna bajo el salpicadero de un coche durante un registro en la frontera con Marruecos.

Según informó hoy a Europa Press un portavoz del Instituto Armado, la actuación se desarrolló anoche cuando el vehículo con el inmigrante oculto pretendía acceder a la ciudad española por la aduana de Beni-Enzar, procedente de Marruecos. En concreto, se trataba de un vehículo marca Volkwagen, modelo Golf, de color azul y matrícula española, ocupado por una sola persona.

Según detalló el portavoz policial, en el momento de inspeccionar la zona del salpicadero se apreciaron ciertas anomalías que levantaron sospechas a los guardias actuantes, por lo que, tras introducir uno de los guardias la mano por una abertura situada debajo del volante pudo palpar la pierna de una persona.

Después de salvar numerosas dificultades para lograr retirar todo el salpicadero, los agentes consiguieron liberar al inmigrante, tratándose de un varón de origen subsahariano.

Según al Benemérita, la "estrechez" del lugar que ocupaba el inmigrante y la imposibilidad de abandonar el habitáculo por sí mismo, pusieron en "grave peligro" la vida de esta persona, quien, tras ser liberado, presentaba "una situación de entumecimiento general y desorientación por la que fue trasladado a un centro de salud para su atención médica".

El conductor del vehículo fue identificado y resultó ser un súbdito marroquí, de 23 años de edad, que atiende a las iniciales M.M., quien pasará a disposición judicial como presunto autor de un delito contra los derechos ciudadano extranjeros, conocido coloquialmente como "tráfico de inmigrantes".

El inmigrante, de 21 años de edad, indocumentado, dijo proceder de Costa de Marfil, y será puesto a disposición judicial en calidad de testigo, y posteriormente entregado al Cuerpo Nacional de Policía a efectos de aplicación de la legislación vigente en materia de extranjería. Esta normativa establece la expulsión del inmigrante, pero en la práctica totalidad de las ocasiones este es imposible de realizar, por las dificultades de lograr del país de origen el permiso para la repatriación.