Un año y 9 meses de cárcel por provocar un accidente mortal cuando conducía ebrio y con exceso de velocidad

Actualizado: martes, 27 enero 2009 16:05

SANTANDER, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de lo Penal número 2 de Santander ha condenado a un año y nueve meses de prisión a un conductor que provocó un accidente mortal cuando circulaba de madrugada a 110 kilómetros por hora en un tramo limitado a 60 y con una tasa positiva de alcoholemia. El acusado, Jorge V.C., invadió el carril contrario en una curva y chocó contra otro coche, cuyo conductor, un joven de 21 años, murió en el acto.

Los hechos ocurrieron en agosto del año 2005 y ahora, más de tres años después, el juez, en una sentencia dictada con conformidad del procesado, le condena por un delito de homicidio imprudente y contra la seguridad del tráfico, con la atenuante de dilaciones indebidas, y le impone una pena de un año y nueve meses de prisión, más retirada del carné por un plazo de tres años y nueve meses.

No obstante, el acusado no deberá entrar en prisión porque el titular del juzgado ha acordado suspender la pena, con la condición de que no delinca en los próximos tres años. De lo contrario, deberá ir a la cárcel.

Según se explica en la sentencia, fechada el pasado 23 de enero y conocida hoy, el accidente se produjo sobre las cinco de la madrugada del 6 de agosto de 2005 cuando el acusado circulaba con un Skoda Superb por la carretera autonómica CA-142, que une Astillero y Selaya.

En el punto kilométrico 13,700, dentro del término municipal de Santa María de Cayón, el conductor al tomar una curva a la derecha invadió el carril contrario a una velocidad de 110 kilómetros por hora, prácticamente "duplicando" la limitación existente, que era de 60 km/h.

Su vehículo chocó entonces frontalmente con un Renault Clio que circulaba en sentido contrario, conducido por un joven de 21 años. Tras el impacto, ambos coches salieron desplazados y chocaron contra una valla lateral.

El joven que conducía el Clio murió en el acto, al sufrir un grave politraumatismo cráneo-encefálico y fractura de la base craneal, así como traumatismo torácico y abdominal con rotura de vísceras y hemorragia abdominal.

El conductor ahora condenado por el accidente dio un resultado de 0,54 miligramos de alcohol por litro de aire respirado y, posteriormente, de 0,61 gramos por litro de sangre.