BARCELONA, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
El restaurante La Camarga de Barcelona, donde presuntamente Método 3 grabó la conversación entre la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, y la expareja de Jordi Pujol Ferrusola durante un almuerzo, ha registrado un descenso de clientes en los reservados del local.
Según ha explicado a Europa Press un portavoz de la dirección del local, en los días posteriores a que estallara la polémica por la grabación ilegal y especialmente este fin de semana sí han crecido las reservas de la clientela particular y familiar para el comedor general porque se han solidarizado con el establecimiento.
No obstante, en los salones privados --donde tuvo lugar la reunión de Camacho-- sí ha habido anulaciones y, pese a que siguen teniendo trabajo, "se ha resentido un poco".
El portavoz asegura que los directivos del local, los hermanos Irene y David Vidal, se consideran "víctimas de un caso que les ha tocado de rebote", ya que dicen no tener nada que ver con la grabación que se hizo de la conversación.
Desde La Camarga aseguran desconocer cómo se hizo la grabación, y niegan amistad con el director de Método 3, Francisco Marco, aunque admiten que Marco y los trabajadores eran clientes habituales ya que tienen la oficina muy cerca.
Niegan asimismo cualquier connivencia con los detectives para permitir instalar un micrófono en la mesa, ni que este micro estuviera activo durante un mes.
El restaurante confirma que hubo un solo contrato con Método 3 para un encargo en 2011 --la grabación de Camacho fue en 2010--: para descubrir quién les robaba comida de las neveras del restaurante.
Para ello, se instalaron durante un mes cámaras --un encargo que costó más de 4.600 euros-- en la zona de acceso a los alimentos hasta dar con el ladrón, un trabajador con quien finalmente se llegó a un acuerdo para que se marchara del restaurante.
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