Detenidos cinco chinos en Madrid, Gandía y Girona que extorsionaban y agredían a empresarios compatriotas

Actualizado: martes, 23 octubre 2007 13:31

MADRID, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han desarticulado un grupo formado por cinco personas de origen chino que se dedicaban a localizar a empresarios compatriotas para agredirlos y extorsionarlos, pidiéndoles importantes cantidades de dinero.

Según informó hoy la Jefatura Superior de Policía de Madrid, los detenidos, que vivían en Madrid, Gandía y Girona, conformaban un grupo mafioso que exigía a empresarios cantidades que rondaban los 80.000 euros, si bien el montante económico variaba en función de las posibilidades particulares, conocidas por la banda gracias a un estudio patrimonial al que sometían a sus víctimas.

Las investigaciones, realizadas por el Grupo V de la Brigada de Extranjería y Documentación, comenzaron a raíz de la denuncia interpuesta por el colaborador de un empresario que se negó a pagar el dinero que le exigía la banda y que, como castigo, recibió tal paliza que se tuvo que someter dos veces a cirugía para reconstruirse la cara.

El juzgado número 3 de Leganés ofreció los primeros datos de los sospechosos que permitieron a la policía identificar a los cinco máximos responsables de la organización, que responden a las iniciales de Wen L., Si Q., Jinxing H., --todos ellos residentes en Madrid--, Xinwei Z. y Qiang C.

CADA MIEMBRO TENÍA UNA FUNCIÓN

Cada integrante de la banda tenía una función concreta: unos se dedicaban a la identificación de los empresarios a extorsionar, así como de fijar las cantidades que se les tenía que exigir, mientras que otros se ocupaban de determinar las circunstancias económicas, personales y familiares de las víctimas para materializar la tarea de negociación, además de exponer las consecuencias del impago. Otros miembros de la banda, que aún están sin identificar, materializaban las agresiones.

Las investigaciones para detener a todos los componentes de la organización seguirán abiertas mientras la policía estudia la documentación incautada para tratar de determinar la existencia de más víctimas de este grupo, ya que las denuncias son casi inexistentes.