BARCELONA 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
El piloto de la avioneta que a principios de junio murió al estrellarse con su aparato en Meranges (Girona) no llevaba abrochada la parte superior del cinturón de seguridad, lo que fue una de las principales causas de la muerte, según Aviación Civil.
El informe definitivo de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) determina que la avioneta tenía todos los permisos en regla y su funcionamiento mecánico fue correcto. Además, no llevaba sobrepeso.
Sin embargo, la causa del accidente podría haber sido la baja velocidad y la mala posición de los 'flaps', lo que junto a la altura de las cumbres de la zona y el viento moderado que soplaba pudieron haber complicado la maniobra del piloto.
Según la autopsia, el piloto falleció por una incisión en la yugular y una rotura peritoneal, y presentaba una herida superficial en la frente y otra más profunda en la parte izquierda del cráneo.
Según la CIAIAC, el piloto no llevaba abrochada la parte superior del cinturón, que "está diseñada para evitar el desplazamiento de la parte superior del cuerpo hacia adelante". Esto fue "determinante en la gravedad de las lesiones" que se produjo el piloto.
En el choque resultaron heridos graves los dos pasajeros traseros y leve el pasajero delantero, que sí llevaban correctamente abrochados los cinturones. El piloto, Josep Maria Molina, de 59 años y ex alcalde de Premià de Mar (Barcelona) por el PSC entre 1983 y 1987, era aficionado a la aeronáutica y realizaba un vuelo de ocio junto con un matrimonio y una mujer que resultaron heridos.
Josep Maria Molina, ingeniero técnico, estaba casado y tenía un hijo. Era aficionado a la aeronáutica, y se le conocía por su espíritu aventurero. Practicaba varios deportes, entre ellos el montañismo y la escalada, además de la náutica --navegó por gran parte de los mares del mundo--.
Tenía licencia de piloto privado desde el 12 de marzo y contaba con una experiencia de 120 horas de vuelo. La avioneta, una CESSNA 172 de 1980 con 6.000 horas de vuelo y que había pasado la última revisión menos de un mes antes.
El domingo 3 de junio salió sobre las 11.30 horas del aeródromo de Sabadell (Barcelona) y llegó al de Alp (Girona) hacia las 12.22. Por la tarde, hacia las 17.55 despegó para hacer un vuelo por la Cerdanya. El aparato se estrelló cerca de una zona de acampada y del refugio de Malniu a las 18.20 horas. Varias dotaciones de los bomberos y servicios sanitarios se desplazaron al lugar de los hechos, pero Molina ya había muerto.
Se da el caso de que en febrero también murió por accidente el entonces alcalde de Premià de Mar, Jaume Batlle (CiU), que perdió la vida en accidente de tráfico en la N-II.