CÁDIZ 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional desarticularon una "importante" red de tráfico y distribución de cocaína que operaba en las localidades de Jerez de la Frontera, Puerto Real, Conil de la Frontera y Cádiz, deteniendo a 13 personas, según informó la Comisaría en un comunicado.
Según explicó la Policía, las primeras investigaciones se centraron en una persona vecino de la localidad de Puerto Real, (J.C.J.V., de 34 años de edad), ampliamente conocido en la ciudad por su dedicación al tráfico de cocaína.
Esta persona, que actuaba en las localidades de Puerto Real y Conil de la Frontera, lugar donde tenía una residencia de verano, acudía a las llamadas que recibía de consumidores esporádicos y habituales y les entregaba cantidades de cocaína que oscilaban entre el gramo y los cinco gramos, aunque con los consumidores de mayor confianza utilizaba lugares recónditos ubicados en la zona de el Marquesado, donde ocultaba la sustancia estupefaciente que iban "recolectando" sus mejores clientes.
Las investigaciones desarrolladas por los agentes concluyeron rápidamente con la relación clara y directa de esta persona con otros dos grupos organizados que operaban del mismo modo en las localidades de Jerez de la Frontera y Cádiz y que le suministraban habitualmente sustancia estupefaciente con la que ejecutar su labor.
En cuanto a la cédula detenida en Jerez de la Frontera, estaba compuesta por dos hermanas de nacionalidad colombiana, (D.C.B.S, de 30 años de edad y S.V.B.S. de 24 años de edad), y un hombre de nacionalidad española marido de una de ellas (S.D.G. de 32 años).
Así, las gestiones referidas a la negociación y adquisición de sustancia estupefaciente eran desempeñadas por el español, y una vez que la cocaína estaba en su poder era trasladada al domicilio de su cuñada, que realizaba las labores de "corte" y "envasado" en las vulgarmente conocidas como "papelinas", quedando de esta manera la sustancia ilícita preparada para su distribución a los consumidores finales por las dos hermanas y él mismo.
La organización que operaba en Cádiz capital era "más compleja e importante" por la cantidad de cocaína que manejaban y número de miembros que la componían, estando compuesta por siete hombres y dos mujeres.
A la cabeza de la organización se encontraba un "histórico" narcotraficante famoso entre los miembros del Cuerpo Nacional de Policía, (L.B.F., de 49 años de edad), que acumulaba antecedentes por diversos delitos relacionados con el tráfico de droga y los robos con fuerza y que había sufrido importantes condenas que se habían saldado con su ingreso en prisión en numerosas ocasiones.
Este hombre, vecino de la barriada de El Río San Pedro, adquiría la sustancia estupefaciente en grandes cantidades y ayudado por su esposa, (M.G.L. de 40 años de edad), preparaba la cocaína que posteriormente trasladaba a la ciudad de Cádiz acompañado de un vecino suyo, (D.O.B. de 30 año), detenido en ocho ocasiones y que efectuaba funciones de "guía" en el traslado de la "mercancía" al objeto de detectar la presencia de los agentes dedicados a la lucha contra el narcotráfico.
Una vez en Cádiz, la droga era recibida por un hombre, (J.C.F. de 47 años de edad), con ocho detenciones en su haber, que ayudado a su vez por su compañera sentimental, (M.J.C. de 42 años), repartía la sustancia estupefaciente a otros cuatro hombres ampliamente conocidos en la ciudad de Cádiz por su relación con el "mundo de la noche", donde encontraban a sus principales clientes y víctimas del consumo de estupefacientes.
Uno de ellos, (M.A.L.D., de 40 años), era transportista de profesión e integrante de una banda de música y utilizaba sus numerosos contactos en Cádiz para repartir sustancia estupefaciente. Otro de los detenidos, (M.A.S.D. de 22 años), con cinco antecedentes policiales por tráfico de drogas en los últimos dos años, aprovechaba las labores que desarrollaba como portero en los principales bares de copas de las popularmente conocidas como Punta de San Felipe y calle Brasil para repartir y distribuir cocaína a los clientes nocturnos de los establecimientos.
El tercero de ellos, (D.J.P. de 36 años), igualmente conocido en el mundo de la noche por sus actividades desarrolladas en diferentes bingos de Cádiz y bares de copas, aprovechaba su amistad y sus grandes contactos para repartir cocaína a individuos que disfrutaban de un alto poder adquisitivo.
Estos tres a su vez disfrutaban de la ayuda de un cuarto, taxista de profesión, (F.L.O. de 39 años), que valiéndose de las actividades relacionadas con el transporte público, entregaba cocaína en diferentes puntos de Cádiz a diversos clientes, algunos de ellos propios y otros "suministrados" por sus tres compañeros ampliamente conocidos por la "sociedad" gaditana.