La Unión de Guardias Civiles reitera que un cuartel de Tarragona quedó "sin ninguna seguridad" por escoltar a Corbacho

Europa Press Nacional
Actualizado: jueves, 29 mayo 2008 17:28

BARCELONA 29 May. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de la Unión de Guardias Civiles (UGC) en Catalunya, Bartolomé Barba, reiteró hoy que el cuartel de El Vendrell (Tarragona), en el que había mujeres y niños, quedó "sin ninguna seguridad" el pasado fin de semana por escoltar al ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, aunque negó que desde la asociación se afirmara que se había descuidado la seguridad ciudadana en la comarca, porque esta tarea es competencia de los Mossos d'Esquadra.

Barba instó hoy, en rueda de prensa, a la Delegación del Gobierno en Cataluña a que aclare las declaraciones vertidas en la prensa en las que, según él, le acusan de haber generado "alarma social" después de que la UGC desvelara que este fin de semana se dejó sin vigilancia el cuartel para escoltar el chalet de fin de semana del ministro.

La asociación ha solicitado por burofax a la Delegación del Gobierno saber "si hace suyas" las declaraciones publicadas en las que pone en boca de Barba que el cuartel quedaba "desprotegido todos los fines de semana" y que se desatendió la seguridad ciudadana de la comarca del Baix Penedès, afirmaciones que, según él, nunca ha hecho.

"No hubiera cometido la torpeza, ni el suicidio, de denunciar algo sabiendo que es incierto, o tan sólo si tuviera la más mínima duda, porque a mí esta situación me puede deparar consecuencias disciplinarias muy graves", argumentó Barba, que lamentó que "absolutamente nadie" se haya puesto en contacto con él para "tan siquiera contrarrestar si hay algún viso, mínimo, de verosimilitud" en sus palabras.

El secretario general de la UGC en Cataluña calificó de "correctas" las declaraciones de Corbacho, en las que dijo no aceptar que se desatienda la seguridad ciudadana para protegerle y pidió que se depuren responsabilidades en caso de que las afirmaciones de la UGC sean inciertas.

Barba quiso trasladar al ministro que, en este caso, "no sólo se ha jugado con la seguridad de los familiares, de las mujeres y niños que vivían en ese cuartel", sino "posiblemente con su propia seguridad", porque entienden que este servicio lo debe prestar "personal cualificado para efectuar esa escolta".

Barba aseguró que este es un caso "puntual" y que ha sido por "la gravedad del hecho" de dejar cerrado un cuartel, por lo que han convocado a los medios y lo han hecho público.

En la comparecencia, el secretario general del Sindicat Autònom de Policia (SAP), José Antonio Gázquez, dio su apoyo a Barba y aseveró que no tolerarán "que tome nadie ningún acto de represalia por decir una cosa que es cierta".

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