MADRID 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
El sector turístico español ha encontrado en Halloween un aliado estratégico. Las calabazas y los disfraces no son solo una moda; son una inversión en la diversificación y en la capacidad de España de ofrecer experiencias temáticas de alto nivel, asegurando que la temporada turística no termine cuando caen las hojas de otoño, sino que continúe durante unas semanas más.
Hace apenas una década, la llegada de finales de octubre marcaba el inicio de la temida temporada baja en muchos destinos turísticos españoles. Sin embargo, la creciente popularidad de Halloween, la celebración de origen anglosajón, ha transformado el panorama, inyectando un nuevo y vibrante flujo de actividad en el sector.
Lo que antes era un nicho, es hoy una oportunidad de oro, con hoteles, casas rurales y parques de atracciones volcados en ofrecer experiencias inmersivas que combinan el miedo, la diversión y, sobre todo, la desestacionalización.
El público europeo y, en especial, el español ha abrazado la estética de calabazas, brujas y fantasmas, y el sector turístico ha respondido con una oleada de paquetes y actividades tematizadas que atraen a turistas a destinos que, de otra forma, pasarían inadvertidos en estas fechas.
EL MAPA DEL TERROR VACACIONAL.
Ante esta fiebre por lo espeluznante, eBooking.com, el portal de reservas online español, ha ejercido de brújula macabra, seleccionando algunas de las propuestas de alojamiento y ocio más impactantes y mejor valoradas por el público para vivir un Halloween auténtico.
De retiros rurales con enigmas a scream parks de referencia europea, la variedad demuestra la madurez de esta oferta temática.
CASA DE LOS HORRORES (ARANJUEZ, MADRID): TERROR DE ALOJAMIENTO.
El propio nombre lo advierte: este hotel rural se transforma en un escenario de pesadilla. Con solo 10 habitaciones, garantiza una experiencia íntima pero intensa, con enigmas, espectáculos y una inmersión total en el género del terror durante todo el fin de semana.
PORTAVENTURA (SALOU, TARRAGONA): LA FIESTA CLÁSICA DEL MIEDO.
El parque temático catalán es un referente indiscutible en la celebración de Halloween. Hasta el 11 de noviembre, sus visitantes pueden disfrutar de una ambientación detallada, desfiles de criaturas terroríficas y, el plato fuerte, cuatro pasajes del terror con producciones de alto nivel, incluyendo éxitos como La Isla Maldita y REC Experience.
LA QUINTA DE MELQUE (SAN MARTÍN DE MONTALBÁN, TOLEDO) INTRIGAS RURALES PARA GRUPOS.
Pensada para grandes grupos (hasta 25 personas), esta casa rural eleva la experiencia del miedo a una cena teatralizada y una noche de misterio de más de 13 horas, donde los propios huéspedes son parte central de una trama de intriga. Una opción ideal para quienes buscan una evasión con emociones fuertes y camaradería.
INSOMNIA HOTEL (BERGA, BARCELONA): EL MISTERIO DEL ESCAPE ROOM.
Para los que prefieren la tensión y el ingenio antes que el gore, el Insomnia Hotel ofrece una propuesta única: cada habitación es un Escape Room diferente. Más enfocada al misterio que al terror explícito, es la alternativa perfecta para los más temerosos, con plazas disponibles incluso los fines de semana de noviembre.
LA MANSIÓN (VILLANUEVA DE LA CAÑADA, MADRID): OCIO NOCTURNO PARANORMAL.
Aunque no incluye pernocta, esta actividad en la Comunidad de Madrid es un potente reclamo turístico. Se trata de un espectáculo paranormal inmersivo que gira en torno a la inquietante Familia Riversson - Verandi. La velada se extiende hasta la madrugada e incluye cena, haciendo que el público sea protagonista de un encuentro con el más allá.
EL EFECTO ATRACCIÓN DE LOS SCREAM PARKS
El director de eBooking.com, Toni Raurich subraya la importancia de este tipo de eventos, incluso aquellos que no están ligados a una noche de hotel.
"Actividades de ocio como La Mansión o los Scream Parks tienen un impacto muy positivo, ya que sirven como un poderoso reclamo para atraer a público nacional e internacional, muchas veces a destinos que están fuera del circuito habitual de las grandes urbes", explica.
Un ejemplo claro es Horrorland, en Vilassar de Dalt (Barcelona). Ubicado en el parque acuático de Isla Fantasía, se ha autoproclamado como 'el mejor Scream Park de Europa', un título que atrae cada año a miles de visitantes a la provincia. Con más de una decena de túneles del terror y shows temáticos, su éxito demuestra que el miedo bien producido es un motor económico muy rentable para el turismo español.