Selección de vinos tintos y blancos para dar la bienvenida al otoño

Una copa de vino en un bosque en otoño
Una copa de vino en un bosque en otoño - UNSPLASH
Europa Press Turismo
Actualizado: viernes, 14 octubre 2022 12:39


MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -

El verano ya ha expirado y llega el otoño con sus colores rojizos y sus días más cortos y fríos. Por ello es tiempo de cambiar las rutinas y los platos y, con ello, apostar por otros tipos de vinos. Esos blancos frescos y afrutados tan para la época estival, dejan lugar a matices más cálidos y con más graduación. Eso no quiere decir, evidentemente, que haya de dejar de lado esos blancos, rosados o espumosos por unos tintos, que pueden apetecer más para esta época, ya que hay lugar siempre para todos.

Un ejemplo de ello y como opción perfecta para este adiós al verano y dar el hola al otoño es el Pago de Otazu Chardonnay con crianza, un vino perfecto para maridar con arroces, jamón ibérico, mariscos, verduras de temporada, quesos curados, pescados a la brasa o carnes, tanto blancas como rojas.

Intenso en nariz, con un gran protagonismo de las frutas, destaca también por sus matices varietales, con notas de especias y ligeros tonos ahumados. Un vino elaborado a partir de uvas 100% Chardonnay, vendimiadas manualmente durante septiembre, y procedentes de viñedos seleccionados.

Mientras, Bodegas Marco Real pone sobre la mesa sus nuevos vinos Finca La Pared, procedentes de una selección de parcelas de viñedos situados en la Sonsierra navarra. Aquí el binomio tierra y vino se refleja en sus monovarietales Graciano y Syrah y en su Cuvée Especial, un 'coupage' elaborado con estas dos variedades. De cada uno de estos tres vinos se han elaborado 6.000 botellas.

Por su parte, Bodegas NOC embotella todo el valor de uno de sus grandes tesoros, como es la materia de sus miles de hectáreas en Castilla-La Mancha, en su Tinto 2018. Elaborado con uva 100% Tempranillo, se trata de un vino con aroma a frutas rojas maduras con notas especiadas y ahumadas, mientras que en boca resulta equilibrado, elegante, carnoso, frutal y con largo final. Ideal para combinar con carnes rojas y de caza, guisos, embutidos y quesos curados.

Otro vino para disfrutar estos meses es Senderos de Ukan de la bodega 'boutique' Ukan Winery. Un vino fresco, expresivo y accesible, elaborado con uva tempranillo, que en esta primera añada representa la versatilidad y frescura de los viñedos de varios municipios de la Rioja Alavesa.

De Bodegas Bardos, el proyecto de Vintae surgido en el Páramo de Corcos, una zona privilegiada para la viticultura a más de 900 metros de altitud en pleno corazón de la Ribera del Duero, está su Reserva 2018, nacido de viñedos viejos de muy baja producción. Un 'coupage' de Tinta del País y Cabernet Sauvignon, con una crianza de 16 meses en barricas nuevas de roble francés que se rubrica en un vino potente en boca, pero fresco, largo y persistente, que aúna, además finura y sutileza. A pesar de proceder de un terreno duro es un vino muy agradable y fácil de beber.

Bodegas Áster, de grupo La Rioja Alta, también apuesta en su Finca el Otero 2018 por la variedad típica de Ribera del Duero, la Tinta del País, para elaborar un vino potente y a la vez elegante. Intenso ya en nariz, dejando ver su complejidad desde los inicios, en boca demuestra su elegancia y frescura con un paso armonioso y agradable. Potencia una mesa con carnes rojas, cordero o quesos curados con cuerpo como él.

Otra apuesta segura para este otoño es un blanco lleno de sofisticación como el Matarromera Verdejo Fermentado. Una crianza realizada en barricas de roble francés nuevas, donde permanece siete meses sobre sus lías finas de fermentación, le da a este vino frescura, pero también cuerpo, elegancia y complejidad en nariz. Ideal para maridar con quesos, embutidos, frutos secos, mariscos y pescados blancos.

Y para los amantes de la manzanilla, Bodegas Barbadillo propone ÁS Sumatorio, una manzanilla especial que no ha seguido el tradicional sistema de criaderas y soleras de la zona. Se trata de una manzanilla con alma de blanco que tiene como punto de partida el vino Ás de Mirabrás añada 2019 y que resulta del ensamblaje de cinco botas criadas por separado en estática.

Mientras que los que prefieran novedades, Bodegas Roda presenta el primer blanco de su historia. Roda I Blanco, elaborado con uvas de viñas situadas en las cabezadas de los viñedos viejos localizados en el entorno de la bodega, es un blanco intenso perfecto para acompañar toda una comida o disfrutarlo con amigos durante un atardecer. 

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