VIGO, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
El astillero vigués Hijos de J. Barreras ha acogido este jueves un acto por la puesta de la quilla del crucero de lujo que construye para la empresa The Ritz-Carlton Yatch Collection, un buque que sus promotores han asegurado que es "único en todos los aspectos" y "va a cambiar las normas de juego en cruceros y yates".
En el acto, el director general de The Ritz-Carlton, Douglas Prothero, ha manifestado que la puesta de quilla es "un hito fundamental" en la puesta en vida de un buque, en este caso un barco híbrido entre yate de superlujo y crucero, que puede ser el primero de una serie de tres, ya que el contrato firmado el año pasado "contiene una cláusula opcional para construir un segundo y un tercer barco".
Prothero ha subrayado que de este barco, cuya contratación asciende a 250 millones y que cuenta con un plazo de entrega de 30 meses, le "sigue sorprendiendo el diseño" y, tras agradecer su apoyo a CaixaBank para la financiación de este buque, ha comentado que son necesarios "socios de capital, y que sepan qué es una quilla".
El presidente de Barreras, José García Costas, ha indicado que la quilla es una sección modular de acero prefabricada que formará el futuro casco, pesa 118 toneladas, mide 19 metros de ancho por 15 de largo, y es la primera quilla de este tipo y la quilla de mayor tamaño que pone Barreras --a pesar de que no es el buque más grande que haya construido--.
Según García Costas, esta ceremonia es "simbólicamente el inicio de la construcción" del barco y el trabajo en él será "a partir de ahora más visible", de hecho ya tienen bloques terminados que endosarán desde este mismo jueves. "Se avanza al ritmo previsto", ha asegurado, a colación de lo que ha ratificado que espera que la botadura sea en otoño de este año, aproximadamente en septiembre.
Una vez finalizadas las intervenciones, los directivos han pulsado un botón para accionar la grúa que ha colocado la quilla en la plataforma para su construcción. A continuación, han colocado en la quilla nueve monedas para conmemorar el año de nacimiento de los hijos de los distintos socios y "darle buena suerte al buque".
UN CRUCERO COMO UN YATE PRIVADO
El diseñador de este crucero de lujo, Fredik Johhannson, ha comentado durante el acto que este proyecto nació hace cinco años en la sede de Marriot. Tras la presentación, ha contado, "hubo 15 minutos de silencio hasta que el presidente de la compañía dijo: ¿Cuándo lo hacemos?".
Tal y como ha explicado, el objetivo de este barco, con su diseño moderno y sus detalles interiores, es generar la sensación de que el cliente se encuentra en un yate privado, para que no tenga que sufrir las multitudes ni las colas.
TRABAJADORES Y OTROS BUQUES
Sobre la posibilidad de que Barreras construya otros dos buques para The Ritz-Carlton, como contemplaba el contrato de este crucero, García Costas ha manifestado que hay "opciones reales" de que se lleven a cabo, pero para ello es necesario que la empresa lo encargue en un tiempo estipulado. Así, el segundo "tiene que hablarse en junio", y el tercero antes de finalizar este año.
García Costas también ha manifestado que el astillero actualmente tiene 400 trabajadores y la cifra "está creciendo", y, en este marco, ha apuntado que "es fácil pensar que en verano el astillero tenga entre 1.200 y 1.300 personas trabajando dentro", a los que se sumarán "otros fuera", haciendo muebles, cuadros eléctricos, y otras piezas.
En relación con ello, ha advertido que se presenta "un problema grave de falta de trabajadores cualificados", ante lo que están "contemplando la posibilidad de traer foráneos". "Nos faltan soldadores, tuberos, carpinteros... cualificados, por lo que en dos o tres meses es fácil que aquí haya trabajando --gente de fuera-- para cubrir las deficiencias", ha apostillado.
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