LONDRES, 27 May. (OTR/PRESS) -
'Britain's Got Talent e Internet abrieron las puertas del corazón de millones de personas de todo el mundo a Susan Boyle. La actuación de la escocesa de 42 años conmocionó a Demi Moore, que está considerando volar a Inglaterra para apoyar en persona a Boyle en la final el próximo 30 de mayo. En el otro lado de la moneda se encuentra la polémica Lilly Allen, que apuesta por el jovencísimo Shaheen Jafargholi.
Amanda Holden, miembro del jurado junto al duro Simon Cowell y Piers Morgan, al enterarse del interés de la mega estrella de Hollywood por la final de 'BGT', le mandó una invitación a través de Twitter. En el mensaje, la jueza ofrecía a Moore billetes de avión en primera clase y una habitación en el Hotel Dorchester de Londres.
Al día siguiente, Amanda comunicó a Moore, otra vez a través de la red social, que su compañero Simon Cowell le prestaba su avión privado para volar hasta Inglaterra. La actriz, halagada, agradeció, en declaraciones a la página web de 'Hello', recogidas por otr/press, la "generosa oferta" y preguntó el día de la final.
Por otro lado está Lilly Allen. La famosa cantante inglesa aseguró que Boyle "puede cantar, pero con ella no se trata de talento", y añadió que "Susan parece una señora encantadora pero, si el programa trata de talentos, entonces tiene que ganar Shaheen Jafarholi". Para Allen, el joven de doce años es el verdadero ganador de 'Britain's Got Talent'.
Además, la cantante inglesa criticó a Simon Cowell tras eliminar del concurso a Natalie Okri, una niña de diez años. Tras la votación del duro jurado, que Allen tildó de "cruel", la pequeña comenzó a llorar desconsolada delante de las cámaras. La ex novia de Ed Simons ('Chemical Brothers') aseguró en Twitter: "sólo puedo decir, que creo que 'Britain's got talent' está rozando la crueldad con los niños", y añadió, en declaraciones a music-news, recogidas por otr/press, que su ahijada, de cuatro años, se deshizo en lagrimas al verlo, "mal hecho Cowell", apuntó.
