MÁLAGA, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Málaga ha condenado a cuatro personas unidas por vínculos familiares por vender droga, en concreto cocaína y heroína, al por menor desde sus domicilios ubicados en la capital malagueña. Además, se condena a otra persona del mismo barrio también por tráfico de estas sustancias. Las penas de prisión impuestas van desde los tres años y medio a los cinco años y medio.
Así, la Sala considera probado en su sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, que desde septiembre de 2011 hasta enero de 2012, el grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional tenía informaciones de que una familia se dedicaba al tráfico de drogas en la zona de Los Palomares, "donde más puntos de venta se concentran", por lo que se establecieron vigilancias y seguimientos.
Dicho grupo estaba formado, según el Tribunal, por una mujer, que había sido condenada en 2008 por tráfico de drogas y a la que se le impone cinco años y medio de cárcel; su compañero sentimental, igualmente con dos sentencias condenatorias por el mismo delito y al que se le impone la misma pena, y las dos hijas de la primera, a las que se les condena a tres años y medio de cárcel.
La resolución relata varias transacciones de droga, observadas por los investigadores, que fueron realizadas por los acusados desde tres domicilios ubicados en dos calles distintas, pero comunicadas. En el registro de estos pisos, los agentes encontraron dinero y distintas cantidades de droga, algunas escondidas, con un valor total de 2.724 euros.
La Sala condena también a otra mujer, sin que se haya determinado relación familiar con los anteriores, a la que se le impone cuatro años y medio de prisión por vender droga en la misma calle donde vivían los otros procesados. El compañero sentimental de ésta también ha sido juzgado, pero la Audiencia lo absuelve al tener dudas sobre su participación activa en el tráfico de drogas.
Los investigadores relataron las operaciones observadas y explicaron que la venta de droga era el modo de vida de los acusados y que era algo público. Todos los procesados negaron los hechos, pero el Tribunal cree que sus manifestaciones tienen "continuas contradicciones" y que "carecen de consistencia" como para restar credibilidad a las declaraciones de los agentes.
