SEVILLA, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
El secretario general del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Diego Cañamero, ha cumplido este viernes su palabra y, expresamente, no ha comparecido en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Morón de la Frontera (Sevilla), que le había citado a declarar en calidad de imputado a cuenta de los incidentes vividos el pasado 29 de septiembre de 2010 en centros de trabajo de las localidades sevillanas de Montellano y El Coronil con motivo de la jornada de huelga general convocada por los sindicatos mayoritarios.
En concreto, y según una cédula de citación emitida el 31 de enero del año en curso por la citada instancia judicial y recogida por Europa Press, Cañamero había sido convocado a las 10,30 horas en calidad de imputado por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores. Aquella jornada de huelga general, los piquetes informativos del SAT promovieron supuestamente el cierre de los tres colegios y el Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) de Montellano, mientras en El Coronil los sindicalistas habrían forzado la paralización de las instalaciones municipales, así como la suspensión de la actividad comercial y el cierre de los centros educativos.
Cañamero, quien se ha declarado "insumiso judicial" a cuenta del tratamiento que la Justicia dispensa a su organización sindical, ha confirmado a Europa Press que no ha asistido a la toma de declaración promovida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Morón de la Frontera. Se trata, según ha explicado, de una consigna acordada por los "máximos dirigentes" del sindicato para protestar por el trato de la Justicia. "No he asistido, estoy dispuesto a pagar el precio que haga falta", ha enfatizado.
A tal efecto, ha defendido esta protesta "pacífica" contra el trato que la Justicia ofrece a los militantes del SAT, reconociendo la posibilidad de que, finalmente, el juzgado ordene a la Guardia Civil su aprehensión para tomarle declaración. "Entonces, no contestaré a las preguntas", ha dicho ante la "represión" que asegura sufrir como dirigente del SAT.
