La virtud de ser justo tiene su hueco en el cerebro

Actualizado: jueves, 29 mayo 2008 21:30

 

   LOS ANGELES, (OTR/PRESS)

   A pesar de que en ocasiones la virtud de ser justo atiende a cuestiones que poco tienen que ver con las reacciones emocionales, un estudio del California Institute of Technology ha descubierto que en realidad el sentimiento de equidad lo alberga una zona del cortex del cerebro, denominada insula, la misma que procesa las emociones.

Así, este pionero estudio ha reparado por primera vez en la denominada "neuroética" a través de un experimento con un grupo de personas que ha revelado que ambos aspectos están más relacionados de lo que se cree.

   El experimento realizado reunió a 26 hombres y mujeres entre 28 y 55 años para ponerles ante un gran dilema moral que debían resolver. Primero, tuvieron que leer la biografía de los 60 niños residentes en un orfanato de Uganda, tras lo que se les decía que debían repartir entre los pequeños una donación de 2.279 dólares. Sin embargo, debían elegir entre dos técnicas de repartición no demasiado equitativas. Con una de ellas, garantizarían cuatro comidas extra a dos niños, mientras que con la segunda opción serían seis comidas extra para sólo un niño.

   Así, los responsables del estudio, publicado en la edición online de la revista Science, daban ocho segundos para que los participantes eligieran cómo repartir el dinero entre los grupos de niños, mientras un escáner controlaba su actividad cerebral. De esta forma, descubrieron que cuando los sujetos decidían como repartir la comida se les activaba la corteza frontal orbital, mientras que, cuando pensaban en los niños a los que no les llegaría la comida, se les activaba el cortex insular, es decir, la zona que también regula las reacciones emocionales.

PRIMER ESTUDIO "NEUROÉTICO"

   Steven Quartz, uno de los responsables del estudio, explicó en declaraciones al California Institute of Technology, recogidas por otr/press, que "la respuesta emocional a la injusticia impulsa a la gente de la extrema inequidad a ser justos". No obstante, la actividad del cortex fue distinto en cada persona, lo que indica que la sensibilidad moral es distinta en cada sujeto.

   "El hecho de que el cerebro tiene una respuesta sólida a la falta de equidad sugiere que la detección de la injusticia es una capacidad básica", explicó Quartz. Así, resaltó el hecho de que se trata del "primer estudio" en el que la gente se ha sometido a la toma de decisiones reales con consecuencias reales, lo que se conoce como "neuroética".

   Sólo gracias a ello se ha podido observar el comportamiento del cerebro ante los sentimientos de injusticia. De esta forma, el estudio podría derivarse a cómo mejorar las decisiones de los políticos para conseguir una mejor distribución de los recursos.