Abultamientos en volcanes pueden ser usados para predecir erupciones

Caldera volcánica
CLARE DONALDSON
Actualizado: jueves, 29 junio 2017 11:04

   MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -

   Investigadores de la Universidad de Cambridge han desarrollado una nueva forma de medir la presión dentro de los volcanes y han encontrado que puede ser un indicador fiable de futuras erupciones.

   Usando una técnica llamada interferometría de ruido sísmico combinada con mediciones geofísicas, los científicos midieron la energía que se movía a través de un volcán y detectaron que había una buena correlación entre la velocidad a la que la energía viajaba y la cantidad de abombamiento y contracción observada en la roca.

   La técnica --detallada en un artículo que se publica en la revista 'Science Advances'-- podría utilizarse para predecir con mayor precisión cuándo entrará en erupción un volcán. Los datos fueron recogidos por el Servicio Geológico de Estados Unidos a través de Kilauea, en Hawai, un volcán muy activo con un lago de lava burbujeante justo debajo de su cumbre.

   Durante un período de cuatro años, los investigadores utilizaron sensores para medir los cambios relativos en la velocidad de las ondas sísmicas que se mueven a través del volcán en el tiempo. Luego, compararon sus resultados con un segundo conjunto de datos que midieron pequeños cambios en el ángulo del volcán durante el mismo periodo de tiempo.

   Como Kilauea es un volcán tan activo, está constantemente hinchándose y encogiéndose a medida que aumenta y disminuye la presión en la cámara magmática bajo la cumbre. La erupción actual de Kilauea comenzó en 1983 y arroja lava casi constantemente. A principios de este año, una gran parte del volcán cayó y abrió una enorme cascada de lava en el océano. Debido a este alto volumen de actividad, Kilauea es también uno de los volcanes más estudiados de la Tierra.

EL RUIDO SÍSMICO, FRUTO DE TERREMOTOS U OLAS OCEÁNICAS

   Los investigadores de Cambridge utilizaron ruido sísmico para detectar qué estaba controlando el movimiento de Kilauea. El ruido sísmico es una vibración de bajo nivel persistente en la Tierra, causada por todo, desde terremotos hasta olas en el océano, y puede ser leída a menudo en un sólo sensor como ruido aleatorio. Pero al unir dos sensores, los científicos pudieron observar la energía que pasaba entre los dos, permitiéndoles así aislar el ruido sísmico que provenía del volcán.

   "Estábamos interesados en cómo cambia la energía que circula entre los sensores, bien sea haciéndose más rápida o más lenta", dice en un comunicado la primera autora del documento, Clare Donaldson, estudiante de doctorado en el Departamento de Ciencias de la Tierra de Cambridge. "Queremos saber si los cambios de velocidad sísmica reflejan presión creciente en el volcán, ya que los volcanes se dilatan antes de una erupción, lo cual es crucial para la predicción de la erupción", añade.

   A uno o dos kilómetros por debajo del lago de lava de Kilauea, hay un depósito de magma y a medida que la cantidad de magma cambia en este reservorio subterráneo, toda la cumbre del volcán se hincha y se encoge. Al mismo tiempo, la velocidad sísmica cambia y conforme la cámara de magma se llena, causa un aumento en la presión, lo que conduce a grietas que se cierran en la roca circundante y producen ondas sísmicas más rápidas y viceversa.

   "Esta es la primera vez que hemos podido comparar el ruido sísmico con la deformación durante un periodo tan largo y la fuerte correlación entre los dos demuestra que esto podría ser una nueva forma de predecir las erupciones volcánicas", afirma Donaldson.

   La sismología volcánica ha medido tradicionalmente pequeños terremotos en los volcanes. Cuando el magma se mueve subterráneo, a menudo se desencadenan pequeños terremotos, ya que surca su camino a través de la roca sólida. Por lo tanto, detectar estos terremotos resulta muy útil para predecir la erupción; pero a veces el magma puede fluir en silencio, a través de vías preexistentes, y pueden no producrise terremotos. Esta nueva técnica seguirá detectando los cambios causados por el flujo magmático.

   El ruido sísmico se produce continuamente y es sensible a los cambios que, de otro modo, se habrían perdido. Los investigadores anticipan que este nuevo trabajo permitirá que se utilice el método en los cientos de volcanes que están activos en todo el mundo.