La temperatura y la vegetación de latitudes del norte y del sur se parecen cada vez más

Cambio climático, emisiones, calentamiento global
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Actualizado: domingo, 10 marzo 2013 20:12

MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Como la cubierta de nieve y hielo en las latitudes del norte ha disminuido en los últimos años, la temperatura en la masa del norte de la tierra ha aumentado a un ritmo diferente en las cuatro estaciones del año, causando una reducción en la temperatura y la estacionalidad de la vegetación en esta zona, según una investigación de 21 autores de 17 instituciones de siete países. Es decir, la temperatura y la vegetación en las latitudes del norte se parecen cada vez más a las encontradas varios grados de latitud más al sur.

   Así concluye el estudio 'Disminución estacional de temperatura y vegetación en las tierras del norte', financiado por la NASA y publicado en 'Nature Climate Change', con base en un terreno nuevo y mejorado y conjuntos de datos satelitales, en el que se examina críticamente la relación entre los cambios en la productividad de la temperatura y la vegetación en las latitudes del norte.

   En este sentido, el profesor Ranga Myneni, del Departamento de Tierra y Medio Ambiente de la Universidad de Boston (Estados Unidos) y uno de los autores principales, explica: "El efecto invernadero iniciado por el aumento de la concentración atmosférica de gases que atrapan el calor, como el vapor de agua, dióxido de carbono y metano, hace que la superficie de la Tierra y el aire cercano se calienten".

   Y sigue: "El calentamiento reduce la extensión del hielo marino polar y la cubierta de nieve en la gran masa de tierra que rodea el océano Ártico, lo que aumenta la cantidad de energía solar absorbida. Esto pone en marcha un ciclo de refuerzo positivo entre el calentamiento y la pérdida del hielo marino y la capa de nieve, lo que amplifica el efecto invernadero base".

   "El calentamiento amplificado en la zona circumpolar más o menos por encima de la frontera entre Canadá y Estados Unidos está reduciendo la temperatura estacional con el tiempo debido a que las estaciones más frías se están calentando más rápidamente que el verano", añadió Liang Xu, estudiante de doctorado de la Universidad de Boston y principal coautor del estudio.

   "Como resultado del aumento del calentamiento sobre un suelo en la estación de deshielo, la cantidad total de calor disponible para el crecimiento de las plantas en estas latitudes del norte va en aumento. Esto creó durante los últimos 30 años grandes manchas de vegetación con fuerza productiva, que ascienden a más de un la tercera parte del paisaje del norte, más de nueve millones de km2, más o menos sobre la zona de Estados Unidos, se asemeja a la vegetación que se presenta más al sur", dice el doctor Compton Tucker, científico senior del 'Goddard Space Flight Center' de la NASA en Greenbelt, Maryland (Estados Unidos).

   Los autores midieron los cambios estacionales utilizando la latitud como un termómetro. Primero se definieron los perfiles de referencia latitudinales de las cantidades que se observan y luego se cuantificaron los cambios en ellos con el tiempo a lo largo de estos perfiles.

   "El crecimiento de la planta del Ártico durante el período de referencia a principios del decenio de 1980 igualó al de las tierras a 64 grados norte. Actualmente, sólo 30 años después, es igual al de las tierras por encima de 57 grados norte y se detectó una reducción de la estacionalidad de la vegetación de alrededor de siete grados de latitud sur", resumió otro de los autores, Terry Chapin, profesor emérito de la Universidad de Alaska, en Fairbanks (Estados Unidos).

   "Este tipo de análisis sugiere una disminución de la estacionalidad de la temperatura y la vegetación de alrededor de cuatro a siete grados de latitud en los últimos 30 años", añade el coautor Eugenie Euskirchen, profesor investigador también en la Universidad de Alaska.

   "La reducción de la estacionalidad provoca un aumento de verdor en el Ártico, que es visible en el suelo por una mayor abundancia de arbustos altos y las incursiones de árboles en varios lugares en todo el Ártico circumpolar", destaca el coautor Terry Callaghan, profesor de la Real Academia Sueca de las Ciencias y la Universidad de Sheffield, en Reino Unido. Además, señala que la transformación ecológica de las zonas boreales adyacentes es mucho menos visible en Norteamérica que en Eurasia.

   Un hallazgo clave de este estudio es una tasa ecológica acelerada en el Ártico y una tasa de desaceleración en la región boreal, a pesar de una tasa casi constante de disminución de temperatura estacional en estas regiones durante los últimos 30 años.

   "Esto podría presagiar una disociación entre el crecimiento del calor estacional y la productividad de la vegetación en algunas partes del norte como las ramificaciones de un efecto invernadero amplificado, incluyendo el efecto del deshielo del permafrost, frecuentes incendios forestales, brotes de plagas y sequías de verano", alerta el coautor Hans T*mmervik, investigador principal del Instituto Noruego para la Investigación de la Naturaleza, en Troms* (Noruega).

EFECTOS EN LA POBLACIÓN LOCAL Y GLOBAL

   Según los autores, la disminución de la temperatura de estacionalidad en estas regiones podrían ser más de 20 grados de latitud a finales de este siglo en relación para el período de referencia 1951-1980. La reducción de la temperatura estacional proyectada por estos modelos para el decenio 2001-2010 es menor que la disminución observada.

   "Estos cambios afectarán a los residentes locales a través de las modificaciones en la provisión de servicios ecosistémicos, tales como la madera y los alimentos tradicionales", adelante el profesor Bruce Forbes, de la Universidad de Laponia, en Rovaniemi (Finlandia). A su juicio, también afectará a la comunidad global a través de cambios en los servicios reglamentarios relativos a las emisiones de gases de efecto invernadero.

   "Los suelos de la masa de tierra del norte potencialmente pueden liberar cantidades significativas de gases de efecto invernadero que están encerrados en el suelo permanentemente congelado. Cualquier alta descongelación a gran escala de estos suelos tiene el potencial de ampliar aún más el efecto invernadero", afirma el coautor Philippe Ciais, director asociado del Laboratorio de Clima y Ciencias Ambientales en París, Francia.

   "El modo de vida de muchos organismos en la Tierra está estrechamente vinculado a los cambios estacionales de temperatura y disponibilidad de alimento, y toda la comida en la tierra es esencial para las plantas", agrega el doctor Scott Goetz, director adjunto y científico senio en 'Woods Hole Research Center', en Falmouth, Estados Unidos. Como ejemplo pone la migración de las aves al Ártico en verano y la hibernación de los osos en el invierno, que pueden verse afectados por alteraciones significativas en la temperatura y la estacionalidad de la vegetación.