MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) - Mediante el examen de las variaciones en el ARN ribosomal en las células modernas, los científicos pueden visualizar la cronología de la vida muy atrás en la historia, especificando estructuras moleculares, reacciones y eventos cerca de los orígenes bioquímicos de la vida. "El ribosoma registró su historia --apunta Williams--. Es acreción y se hizo más grande y más grande con el tiempo. Pero las partes más antiguas se congelaron continuamente después de que se adhirieron, al igual que los anillos de un árbol. A pesar de todo lo largo que vivan los árboles, los anillos interiores no cambian. El núcleo del ribosoma es más antiguo que la biología, producido por procesos evolutivos que todavía no entendemos muy bien". Explotar esta capacidad de mantenimiento de registros de los ribosomas revela cómo la biología ha cambiado con el tiempo, pero también puede apuntar a las condiciones ambientales de la Tierra en la que que la biología evolucionó y ayudar a aportar información en la búsqueda de vida en otros lugares del Universo. Mediante el estudio de más adiciones a los ribosomas, el equipo de investigación halló "huellas moleculares" que muestran dónde se hicieron inserciones, lo que les permite discernir las reglas por las que creció. Usando una técnica que ellos llaman método comparativo estructural, lograron modelar el desarrollo del ribosoma en gran detalle. Si bien el núcleo ribosomal es el mismo en todas las especies, lo que ha añadido en la cumbre difiere. Los seres humanos tienen el mayor ribosoma, que abarca unos 7.000 nucleótidos que representan un crecimiento espectacular desde el centenar de pares de bases en el principio. "Lo que estamos hablando es de pasar de oligómeros cortos, piezas cortas de ARN, a la biología que vemos hoy --señala Williams--. El aumento en el tamaño y la complejidad es alucinante".