MADRID, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -
El seleccionador español Vicente del Bosque se mostró ambicioso de cara a la próxima cita importante del calendario internacional, el Mundial de Sudáfrica 2010, donde imagina una hipotética final que mediría al campeón de la pasada Eurocopa con la selección argentina.
"Tenemos que ir tranquilos, con humildad. Pero imagino la final del Mundial con Argentina. Ojalá... Sería un gran espectáculo y una satisfacción porque tengo grandes amigos argentinos. El Madrid ha tenido desde Di Stéfano a grandísimos jugadores de su país", asegura Del Bosque en una entrevista al diario argentino 'Olé' recogida por Europa Press.
El seleccionador español reconoce que "no es habitual hacerse cargo de un equipo que viene de ganar", aunque reitera que no lo considera "un problema". "Me considero un afortunado por llegar a la selección en este momento. Sí tengo la responsabilidad de cuidar y continuar el trabajo realizado", reflexiona.
España encabeza el Grupo 5 de clasificación para el Mundial con una trayectoria impecable: cuatro victorias en cuatro partidos, con diez goles a favor, uno en contra y cuatro puntos de ventaja sobre Turquía, segundo clasificado. "Hasta ahora no nos podemos quejar, aunque queda mucho todavía por jugar", advierte el técnico.
Para Del Bosque, la prioridad ahora es "preservar" el equipo que logró alzar la Eurocopa, para lo cual debe "estar atento a lo que sucede en el fútbol español" en su objetivo final de "potenciar la selección". En cualquier caso, considera que "hay una muy buena base que no invita a pensar en grandes cambios".
"No hemos perdido la identidad ni la base del equipo campeón. Es una selección y un grupo de chavales que ya desde juveniles han ganado y que evidentemente han perdido el complejo que tenían generaciones anteriores. Han sido una bendición para el fútbol español", se felicita.
El ex entrenador de Real Madrid y Besiktas asegura que continúa basando su trabajo en "la normalidad y la naturalidad" que ya "dio muy buenos resultados" en su etapa madridista, aunque recuerda que "el éxito llega por la calidad de los jugadores". En este sentido, valoró las diferencias entre dirigir un club y una selección nacional.
"Son dos trabajos de mucha responsabilidad. Lo único que en la selección es más lejana en el tiempo y más difícil, porque en el club tienes partido cada tres días, lo que te permite resarcirte de un mal resultado y puedes ir poco a poco modelando a un equipo. En cambio, con la selección hay menos tiempo y más dificultades", concluye.
