Jugadores de ida y vuelta

Filipe Luis
Foto: EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 29 julio 2015 15:38

MADRID, 29 DE JULIO (EDIZIONES)

   Ha sido especialmente llamativo el fichaje de Filipe Luis al Atlético de Madrid. Casi hace un año, el lateral izquierdo anunciaba su marcha al Chelsea de José Mourinho. Era una oferta irrechazable tanto para el jugador como para el equipo rojiblanco. Y puso rumbo a Londres. Lo cierto es que llegó con ínfulas de titularidad. Todo indicaba que iba a tener minutos. Pero la temporada no fue buena para él. No dispuso de demasiadas oportunidades en el equipo londinense y, como suele decirse, ha calentado banquillo. No se ganó la confianza del entrenador portugués y salió al terreno de juego lo justo. El lateral brasileño, viendo que César Azpilicueta asumía prácticamente todos los minutos, decidió salir del equipo “blue”. Y qué mejor que recalar en el equipo que tanto le dio, en el Atlético de Madrid. Con la incorporación a la plantilla del Cholo todos salen ganando: El club, porque ha hecho negocio, vendiéndolo el pasado año por 22 millones y comprándolo ahora por 16; el equipo técnico porque siempre contó con él; la plantilla, ya que viene a mejorar el lateral izquierdo, por un lado, y es un viejo conocido que no necesitará adaptación ninguna; por el jugador, que va al club de su corazón donde se siente valorado; y por la afición, que sentía que Filipe Luis era uno de los suyos. Una vuelta que a todos gusta. Una vuelta perfecta.

   No es algo muy normal que un jugador fiche por otro club y regrese a él con tanta celeridad, tan pronto. Filipe Luis sólo ha estado un año fuera y ya ha regresado. Aunque no sea muy común esta situación, no es la primera ni será la última. Un ejemplo lo tenemos en el club vecino, el Real Madrid, con el jugador Casemiro. El centrocampista salió el verano pasado rumbo a Oporto. Allí contó con muchos minutos, y era imprescindible para el esquema de juego de su entrenador Julen Lopetegui. Gracias a su buen hacer esta pasada temporada, el club blanco decidió repescarlo para incorporarlo de nuevo a la primera plantilla. Y todos contentos. Lo cierto es que muchos aficionados merengues se preguntaron la razón de la venta de Casemiro, ya que les parecía un jugador con nivel para ocupar una plaza en el primer equipo. Pero ya está aquí.

   Hay más casos en el equipo blanco, y anteriores a Casemiro. Como fue el caso de Daniel Carvajal. Se fue a la Bundesliga a jugar con el Bayern Leverkusen. Su temporada allí fue tan espectacular, que Florentino Pérez no pudo hacer otra cosa que recomprarlo para que corriera la banda derecha del Santiago Bernabéu. Caso similar el de Álvaro Arbeloa, que salió del Real Madrid destino Coruña y más tarde Liverpool, y acabó regresando al equipo blanco. Incluso Lucas Vázquez y Kiko Casilla, hasta hace poco jugadores del Espanyol, han regresado al club merengue. Ya sabemos de la filosofía del Real Madrid por vender con opción de recompra.

   Otro caso parecido es el de Iago Aspas. Comenzó a despuntar su carrera deportiva en el Celta de vigo, su equipo de toda la vida. Tras una temporada fantástica, el Liverpool puso sus ojos en él, y se lo llevó a Inglaterra. El español no fue capaz de hacerse un hueco en el 11 y disfrutó de pocos minutos. Un año después, fichó por el Sevilla. Pero continuó viendo los partidos desde el banco. Emery no le dio la titularidad. Tampoco la confianza. Y aunque ha ganado este año la UEFA Europa League, Iago ha decidio salir de Sevilla y volver a su equipo de siempre, en el que se siente a gusto. El que le dio confianza. El Celta. Ha firmado por 5 temporadas, y seguro que las cumplirá ahí.

   Hay más ejemplos. Pepe Reina, el portero español, salió del Nápoles para militar en las filas del bayern de Munich de Pep Guardiola. Por la falta de minutos ha decidido salir, y qué mejor que a su anterior equipo, el mismo Nápoles. Tiago, del Atlético de Madrid, estuvo sólo 21 días desvinculado del Atlético de Madrid, y acabó regresando al equipo rojiblanco. Nunca llegó a firmar por el Chelsea, su club de destino, pero sí llegó a desvincularse del conjunto rojiblanco.

   Otro caso también muy sonado fue el de Chygrinski. Fichó por el Barcelona por expreso deseo de su entrenador, Pep Guardiola. El jugador, que venía de jugar con el Shaktar Donetsk, no dispuso de muchos minutos (y los que dispuso fueron bastante desastrosos) y al finalizar la temporada volvió al equipo ucraniano. Uno de esos fichajes que los aficionados culés recordarán como uno de los menos rentables de los últimos tiempos. Y otros ejemplos en el club catalán son Cesc y Piqué. Ambos salieron muy jóvenes de las filas del Barcelona y con dirección a Inglaterra. Ambos destacaron sobradamente en sus equipos, cosa que hizo que el Barça recuperara dos de sus grandes perlas de La Masía, aunque el de Arenys ha vuelto a irse a Londres, en este caso al Chelsea. 

   Pero no sólo son jugadores los que van y vienen. También existen casos de entrenadores que salen del equipo y al poco tiempo vuelven a dirigir la plantilla. No hay que contar con casos como el de Vicente del Bosque, al principio, en el Real Madrid, que era un entrenador de la casa que iba y venía cuando se destituía al entrenador “titular”. Hablamos de casos como el de Luis Aragonés con su querido Atleti. Fue entrenador de los del Manzanares desde 1974 hasta 1980. En ese año salió a entrenar al Betis, pero sólo dos años después volvió al Calderón para dirigir de nuevo a los rojiblancos. O el caso de Pepe Mel con el Betis. Fue destituído en diciembre de 2013, pero un año después volvería a coger las riendas del equipo verdiblanco.

   Muchas veces vemos u oímos declaraciones de jugadores o entrenadores que expresan sus dudas sobre su futuro. Ese típico "nunca sabes donde vas a estar mañana", o "quién sabe qué deparará el futuro". Pues estos son clásicos ejemplos de las vueltas que da el fútbol. Salir de un equipo hoy, no significa que no puedas volver mañana.