EDIZIONES, 3 may.
Doc Jon, un fotógrafo de vida salvaje, se encontraba paseando por Madeira Beach, una playa del puerto deportivo Hubbard's Marina, en Florida, cuando vio la siguiente escena: un águila pescadora aferrando con sus garras a un pez de considerado tamaño. Sin pensárselo mucho, Doc disparó con su cámara sin saber que la escena que había capturado era mejor de lo que creía en aquel momento.
Fue al llegar a su casa y volcar las imágenes en el ordenador cuando se percató de que lo que tenía era una de esas fotografías que solo suceden una entre un millón. Resulta que el águila pescadora de su fotografía tenía sujeto con sus garras a un tiburón, que tenía como presa a un pez entre sus fauces.
Orgulloso por el resultado y por su increíble suerte, Doc compartió en Facebook varias fotografías de la escena en cuestión diciendo que era "la mejor fotografía que jamás ha tomado", especificando que era por el contenido, no por la calidad y explicando, por si las moscas, que "no se trata de Photoshop".
La imágenes rápidamente comenzaron a expandirse por las redes sociales. Y no es para menos; la fotografía nos muestra una exhibición en tiempo real de la cadena alimenticia entre un depredador del cielo, un depredador del mar: presa comiendo a presa comiendo a presa.
