EDIZIONES, 04 Mar.
A comienzos del año pasado, os hablábamos del que se ganó el apodo de "el mejor trabajo del mundo": abrazar osos panda y vivir de ello. Entonces, la noticia fue todo un éxito y no había a quien no se le hubiese pasado por la cabeza irse directo a China a echar el currículo. Abrazar y mimar todo el día a esos tiernos cachorros de osos panda. Pero, ¿es que acaso puede haber algo mejor?
Los requisitos para la contratación tampoco es que fueran demasiado exigentes: tener al menos 22 años, tener un conocimiento básico de osos panda, tener capacidad de tomar fotografías y tener buenas habilidades de escritura. ¿Y el sueldo? Unos 28.000 euros con alojamiento y comidas incluidos. Nada parecía malo. Lo que no nos habían contado es la necesidad de un requisito fundamental: la (Santa) paciencia.
En un centro de cuidado de osos panda, en Shichuan, un cachorro de panda protagoniza una de las escenas más adorablemente molestas que han conseguido conquistar Facebook en apenas unos días. En ella, la cría de panda hace lo imposible por no despegarse de su cuidador que, con toneladas de paciencia, la aleja en unas cuantas ocasiones en un intento -fallido- de continuar sin interrupciones su labor.
Muere de amor en 3, 2, 1...
