Actualizado 27/10/2017 19:33

El creador de Mario, el mítico personaje de videojuegos de Nintendo, desvela la razón por la que le puso ese nombre

Mario, personaje del videojuego Mario Bros
Mario, personaje del videojuego Mario Bros - YOUTUBE
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   EDIZIONES, 27 Oct.

Si eres de los que pasaste la infancia jugando a los videojuegos, debes conocer a Mario, el famoso personaje de Nintendo. Ese fontanero que saltaba, acababa con los malos cayendo encima de ellos y que crecía cuando cogía una seta. Por supuesto también estaba su hermano Luigi y un montón de personajes más que, con el tiempo, han ido apareciendo en los muchos videojuegos en los que era protagonista.

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Seguro que tienes en la mente la famosa cancioncilla que sonaba en el videojuego. ¿Verdad? Probablemente hayas jugado con él cientos de veces, pero, ¿sabes por qué se llama Mario? Su creador, el japonés Shigeguru Miyamoto, lo explica en una entrevista que concedió a 8 Bit Legacy.

En el vídeo que estos publicaron en su canal de youtube, Miyamoto explica primero cómo concibió su personaje: “Quería hacer un personaje que se moviera como una persona real. Comencé pintando la cara, y para distinguir la nariz, le añadí un bigote. Y como el pelo es difícil de dibujar, le puse una gorra” aseguró Miyamoto.

Al principio, Miyamoto nombró a su personaje 'Mr. Video' y su primera aparición fue en el videojuego 'Donkey Kong'. Pero como el personaje solo andaba y saltaba se le comenzó a llamar 'Jumpman'. Pronto, Nintendo quiso implementar el juego en Estados Unidos, y el nombre 'Jumpman' no convencía, ya que debía ser más cercano y reconocible en el mundo entero.

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Miyamoto se trasladó a Estados Unidos para ayudar en la implementación del videojuego. Cuando llegó al almacén de Seattle donde enviaron los videojuegos, conoció a Mario Segale, empresario norteamericano, dueño de los almacenes. Y también tenía bigote. Así que Miyamoto decidió rebautizar a su personaje como Mario “Se parecía al personaje” aseguró el diseñador japonés. “Pensé que era un nombre bonito y que podría funcionar”, explicó Miyamoto.

Y funcionó. ¡Vaya, si funcionó!

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