EDIZIONES, 18 Nov.
Existe un lugar en Tucson, Arizona, donde la asistencia y cuidado de los gatitos recién nacidos que han quedado huérfanos y necesitan de ayuda extra para sobrevivir está al cargo de los ancianos con problemas de memoria de una residencia. Esta iniciativa forma parte del nuevo programa que la directora de los Servicios de Salud del Catalina Springs Memory Care, Rebecca Hamilton, puso en marcha en colaboración con el Pima Animal Care Center (PACC).
Esta experiencia ha resultado ser profundamente beneficiosa tanto para las personas con demencia o Alzheimer como para los huérfanos gatitos. Al contrario de lo que se puede pensar al principio, al ver que personas que necesitan cuidados diarios se ocupen de cuidar de otros seres, Sharon Mercer, directora ejecutiva de Springs Memory Care afirma que: "Hay habilidades, emociones y necesidades que no abandonan a una persona con demencia o Alzheimer. El deseo de dar amor y recibir amor permanece".
Desde que la iniciativa se ha puesto en marcha, siempre que el equipo de PACC necesita ayuda extra para cuidar de sus recién llegados, los ancianos del Springs Memory se encuentran a la orden y dispuestos. Y lo mejor de todo es que lo hacen felices de compartir esta inmensa cantidad de amor y cariño y de demostrar sus habilidades como cuidadores.
El éxito ha sido rotundo y tanto el estado general de los gatitos, como de los ancianos, ha mejorado. Dos de los gatitos han duplicado su peso. En cuanto a los pacientes del Springs Memory, su directora afirma: "Los gatitos nos han dado la oportunidad de alimentar esa condición humana que se encuentra en todos y cada uno de nuestros residentes". Y no sólo eso: "La alegría que les produce alimentar, socializar y abrazar con estos recién nacidos es inmensa", concluye.
