EDIZIONES, 13 abr.
Hace casi 15 años, la iglesia de San Bonifacio, en San Francisco, abrió sus puertas a las personas sin hogar como respuesta al creciente número de hombres y mujeres 'sin techo' que necesitan refugio de las calles. Desde entonces, un promedio de 225 personas sin hogar descansan en los bancos de la iglesia con la seguridad que el proyecto Gubbio les ofrece.
El proyecto Gubbio es una iniciativa del padre Louis Vitale y la activista comunitaria Shelly Roder, que vio la luz en el año 2004. Desde su inicio, la iglesia siempre está abierta a los fieles durante todo el día, pero 2/3 del santuario están reservados para el proyecto.
"No se hacen preguntas cuando nuestros huéspedes ingresan en la iglesia para eliminar todas las barreras de entrada. No hay hojas de horarios, ni formularios de admisión. Todos son bienvenidos, respetados y tratados con dignidad", según el proyecto Gubbio.
Además de un lugar para descansar, la iglesia ofrece mantas, calcetines y kits de higiene.
El proyecto envía un poderoso mensaje a los vecinos sin hogar: "Que ellos son una parte esencial de nuestra comunidad, que no debe ser expulsada cuando aquellos con un hogar acuden a la Iglesia". Por otro lado, también envía un mensaje a los feligreses asistentes a misa: "La comunidad también incluye a aquellos que están cansados, pobres, con problemas de salud mental, a los que tienen frío, lo que se encuentran sucios y con hambre".
