La nueva ley de refinanciación podría ayudar a los productores de renovables a acudir a quitas o a reconvertir la deuda en capital
MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
El déficit de tarifa de 2013 se situará en cerca de 4.500 millones de euros, lo que supone una cifra 900 millones de euros superior a los 3.600 millones fijados como límite por la nueva Ley del Sector Eléctrico (LSE) y situará "claramente" la deuda del sector eléctrico por encima de los 30.000 millones de euros, según los socios de Analistas Financieros Internacionales (AFI) Arturo Rojas y Pablo Mañueco.
En un artículo publicado en la revista 'Cuadernos de Información Económica', publicada por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), Rojas y Mañueco señalan que los 4.500 millones de euros de desajuste de 2013 estarán en todo caso por debajo de los 5.600 millones de 2012 gracias a la entrada en vigor de los nuevos impuestos eléctricos.
Para explicar la envergadura del desajuste de 2013, los autores aluden a la caída de la demanda de electricidad, que sigue teniendo "consecuencias adversas" en un sistema en el que más de la mitad de los costes son fijos. En 2013 el consumo experimentó un descenso del 2,3% y esta tendencia sigue siendo "preocupante" en los primeros meses de 2014.
El nuevo déficit de tarifa de 4.500 millones de euros de 2013 se sumará a los 26.062 millones de deuda eléctrica acumulada. Si se quiese eliminar automáticamente y vía ingresos este desajuste de 2013, habría que elevar un 10% el precio de la electricidad a todos los consumidores.
El artículo también realiza una valoración del nuevo peaje al autoconsumo. El Gobierno ha optado por "evitar una fuga de demanda" por parte de los particulares que se instalen placas solares, ya que el autoconsumo se presentaría, si no fuese por el nuevo gravamen, como una oportunidad para obtener unos ahorros considerables.
Si a la caída de la demanda de electricidad por la crisis económica se suma una caída de demanda por el autoconsumo, el equilibrio entre ingresos y costes del sector eléctrico sería "inalcanzable" sin exigir "un mayor esfuerzo" a los consumidores, lo que a su vez incentivaría más aún el autoconsumo, sostiene el artículo.
EL PROBLEMA FINANCIERO DE LAS RENOVABLES.
Rojas y Mañueco aluden además en su informe al problema financiero al que se enfrentan las instalaciones de renovables tras la entrada en vigor de la reforma energética. Algunas plantas recortarán en un 50% su retribución, lo que les puede poner en una situación comprometida en caso de estar muy endeudadas.
Por un lado, las instalaciones financiadas con deuda "no podrán atender el calendario de amortización", si bien por otro lado "la elevada vida útil residual permitirá que los bancos recuperen el principal y los intereses".
Para los autores, el reciente real decreto ley 4/2014 con medidas urgentes en materia de refinanciación y reestructuración de deuda empresarial puede ayudar a los productores de renovables, cuyas empresas "deben ser consideradas viables", a renegociar su deuda a través de quitas o conversiones de deuda en capital.
