La banca europea ha saneado balances, pero debe ajustarse a la regulación

Actualizado: martes, 26 mayo 2015 14:05


MADRID, 26 May. (EUROPA PRESS) -

La banca europea ha conseguido sanear sus balances, ajustarlos y hacerlos más líquidos seis años después del inicio de la crisis, aunque aún debe terminar de ajustarse a las nuevas exigencias regulatorias, según el informe 'That shrinking feeling: tracing the changing shape of the European Banking Industry', elaborado por PwC.

El estudio, que analiza la evolución del tamaño de la banca europea y la compara con la gran banca global a partir del análisis de las cuentas de 33 bancos de la UE (17), Australia, Canadá, Japón y Estados Unidos, entre 2009 y 2013, pone de manifiesto que los grandes bancos europeos han reducido sus activos un 3%, de 1.097 a 1.064 miles de millones de euros en este periodo de tiempo.

Además, estas entidades cuentan con unos ratios de capital al mismo nivel que los principales bancos mundiales y han reducido sustancialmente su exposición al riesgo. Así, sus activos en riesgo sobre el total han caído del 36,9% al 34,6%.

"En resumen, han centrado sus esfuerzos en minimizar su dependencia de aquellos activos más volátiles y han apostado por volver a lo fundamental: aumentar el número de clientes y de depósitos, que han crecido un 14,5%, entre 2009 y 2013", señala PwC.

Los expertos que han elaborado el informe destacan que las entidades financieras europeas "son ahora más líquidas", por lo que están en una posición "mucho mejor" a la hora de afrontar una eventual crisis financiera.

AUMENTO DEL EFECTIVO

Desde 2009, han aumentado su efectivo un 78%, sus activos líquidos han pasado del 9,2% al 11,6% y han reducido su deuda a corto plazo un 38%. De hecho, a finales de 2014 la deuda a largo plazo de la banca europea superaba en 200 millones de euros a la deuda a corto plazo, cuando, al principio de la crisis, la situación era la contraria.

Sin embargo, PwC advierte de que la gran banca europea todavía se tiene que ajustar a las nuevas exigencias regulatorias como consecuencia de la puesta en marcha de la Unión Bancaria Europea y de la nueva supervisión única. Entre ellas, el informe cita el colchón adicional de capital destinado a absorber pérdidas --conocido por las siglas TLAC--, con el que van a tener que cumplir los grandes bancos globales considerados sistémicos.

Además del TLAC, los reguladores todavía están pendientes de cerrar desarrollos normativos "muy relevantes" a la hora de gestionar los balances de las entidades financieras y sus modelos de negocio. Los inversores y analistas están convencidos de que, en la práctica, la exigencia mínima de capital para los bancos europeos no será del 3%, sino que se acabará situando entre en 4% y el 4,5%.

El socio de PwC responsable de Auditoría en el sector Bancario, Alejandro Esnal, ha señalado que "la banca europea ha hecho un gran esfuerzo en muy poco tiempo, cuenta con unos balances más sólidos y saneados que antes de la crisis y está en una mejor posición para aprovechar las oportunidades de negocio que se van a recuperar a medida que la economía en la UE se vaya recuperando".

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