MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente del Gobierno Felipe González ha defendido la reforma de las pensiones que ultima el Ejecutivo, al afirmar que "todavía hoy" España vive de la ley de pensiones aprobada en 1985, que le costó una huelga general durante su primera legislatura.
De esta forma, González recalcó la necesidad de acometer reformas estructurales "desde ya" y no esperar a 2012, cuando se celebran elecciones generales: "Tenemos un retraso de más de diez años en reformas que se hicieron en Francia y Alemania", advirtió en declaraciones a TVE recogidas por Europa Press.
En este sentido, el ex presidente socialista admitió que las reformas realizadas hasta ahora son "pocas", si bien valoró que las planteadas por el Gobierno de Zapatero aglutinan "casi todas las que hay que hacer", en alusión a la reforma laboral, la de las pensiones, la negociación colectiva o la del sistema financiero.
"Me molestaría que me dijeran que no tendría edad para trabajar ahora que voy a cumplir 69 años", se limitó a decir González preguntado por la posibilidad de que los contactos de los últimos días entre Gobierno y sindicatos lleguen a fructificar.
Sobre el grado de aceptación de las reformas pendientes, el ex líder socialista avisó de que dependerá de si los gobiernos europeos anteponen sus políticas a las exigencias de los mercados financieros. "Los gobiernos europeos tiene la obligación de gobernar los mercados, no de correr detrás de los mercados a ver si los alcanzan", explicó.
"NO CORRER DETRÁS DE LOS MERCADOS".
Para adelantarse a los mercados, González suscribió la decisión de la Reserva Federal de EE.UU. de comprar deuda pública con el fin de atajar la especulación en los mercados. Al respecto, defendió la tesis de que la UE debería emitir bonos europeos, propuesta que, según calculó, hubiera rebajado la especulación sobre la deuda de la UE en un 10%.
"Así los gobiernos irían por delante y no por detrás de los mercados", insistió, para después eludir pronunciarse sobre la posibilidad de que Portugal se vea obligada finalmente a recurrir al fondo de rescate articulado por la UE y el FMI.
"A lo mejor el viceprimer ministro chino compra deuda de Portugal y se para un rato la especulación", subrayó retomando la confianza del representante chino en la solvencia de España durante su visita de la semana pasada.
