MADRID, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los grupos de la oposición en el Congreso creen que el 'Plan Juncker', con el que la UE quiere movilizar hasta 315.000 millones de euros en inversiones en los próximos tres años, es "insuficiente" incluso aunque se consigan todos los recursos previstos, cosa de la que dudan, y además consideran que su puesta en marcha supone el reconocimiento del "fracaso" de las políticas económicas comunitarias puestas en marcha hasta la fecha.
El portavoz económico del PSOE, Juan Moscoso del Prado, valora las posibilidades de este plan aunque cree que "aún hay mucho que definir" y que las previsiones de generación de actividad y creación de empleo son "excesivamente optimistas". "Esperamos que la voz del Gobierno español sea clara y contundente en la negociación de la letra pequeña", ha exigido, opinando que el 'Plan Juncker' va "en la buena dirección" pero es "sin duda insuficiente".
Además, ha aprovechado para señalar que la política europea económica de estos años ha sido "desastrosa" por su carácter procíclico, y ha señalado que "quizás éste sea el momento de alinearse de manera clara con países como Francia e Italia y de despegarse de Angela Merkel, que sigue utilizando las políticas de demanda con excesiva restricción".
Con respecto al fondo del plan, el diputado navarro ha expresado sus "dudas" sobre la suficiencia de la dotación prevista y ha recomendado "centrarse en los proyectos más arriesgados, con menos posibilidades de conseguir inversión privada y con efectos multiplicadores mayores".
CAMBIO DE PARADIGMA.
Joan Coscubiela, portavoz adjunto de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), considera que "lo más positivo" de este plan es que "por primera vez supone un cambio de paradigma en quienes dirigen la UE". "Parece que los fundamentalistas de la austeridad y el sufrimiento a ultranza han entendido que con eso sólo no se va a ningún sitio", ha dicho, aunque teme que con este plan suceda como con la Garantía Juvenil, que no termina de ponerse en marcha.
Además, duda de que poner al frente de un plan de inversiones a quien ha sido "el principal obstáculo de las políticas inversoras (el exprimer ministro finlandés Jyrki Katainen) tiene delito", y también teme que dejar la mayor parte de la financiación en manos privadas dificultará que se elijan los proyectos más interesantes socialmente en lugar de los que más posibilidades de rentabilidad ofrecen a los inversores. "Quien paga, manda", ha resumido.
En este sentido, ha exigido una definición "clara" de los objetivos estratégicos que hay detrás de este Plan, para que no acabe financiando "nuevos Castor, nuevas radiales o una Fukushima en Europa"; y ha sugerido dar un mayor papel al Banco Europeo de Inversiones (BEI) en la financiación de estos proyectos.
ALQUIMIA FINANCIERA.
Álvaro Anchuelo, portavoz económico de UPyD, considera que este plan va en la "dirección adecuada" pero se queda "bastante corto". "Es un ejercicio de alquimia financiera pretender movilizar 315.000 millones aportando tan recursos públicos. Lo acogimos con optimismo, por el cambio en la filosofía de las políticas europeas que supone, pero al leer los detalles uno se da cuenta de que detrás de la grandiosidad inicial, el proyecto es menos ambicioso de lo que parece y de lo que sería necesario", ha insistido.
Tras preguntar por la "inconcreción" de propuesta española, ha pedido al ministro que aclare si las aportaciones nacionales contabilizarán en el déficit y cómo se evitará que se acaben "priorizando los proyectos que más que la rentabilidad a largo plazo tengan en cuenta otras cuestiones".
"RECONOCIMIENTO DE UN FRACASO ESTREPITOSO"
El portavoz económico del PNV, Pedro Azpiazu, coincide en que este plan supone un "reconocimiento de la UE de un fracaso estrepitoso de su política económica". "Estamos en una situación realmente complicada y de repente la UE parece que se da cuenta de que hay que hacer algo diferente porque lo de hasta ahora nos ha conducido hasta esta situación de crecimiento débil", ha señalado.
En este contexto, el 'Plan Juncker' es "absolutamente insuficiente" para conseguir superar el estancamiento económico o generar el número necesario de empleos, ya que lo que hace falta es un "auténtico giro de la política económica" y un plan "serio, con una cuantía relevante, de aplicación inmediata, y el compromiso de todas las instituciones que tengan posibles económicos para impulsarlo".
Azpiazu ha reclamado así que la aportación pública sea "realmente valiente" en lugar de "combinar el milagro de los panes y los peces y el cuento de la lechera" esperando que 21.000 millones públicos acaben generando 315.000 millones. "Con una fábula y un milagro tratan de suplir la política económica, que debe tener poco de cuento, poco de moral y poco de religión", ha añadido el diputado vasco, que subraya además que se trata de un "ejercicio fantástico" de "reasignación" de recursos ya existentes y que no inciden en el impulso de la demanda.
Rafael Larreina (Amaiur) reconoce que la "música" que entraña este plan de que "se ve que hay que cambiar y hablar de inversión" le gusta, pero cree que con la letra "viene la decepción" porque "se sigue con el freno de mano echado" ya que los detalles del programa son "muy decepcionantes". "Así no hay forma de avanzar", ha lamentado.
ES UNA "GRAN OPORTUNIDAD".
Por su parte, el portavoz económico de CiU, Josep Sánchez Llibre, cree que el 'Plan Juncker' abre una "gran oportunidad" para España y el resto de países del sur de Europa, y pone el acento en la necesidad de definir bien los criterios que deberán cumplir los proyectos que se beneficien de esta financiación y de elegir bien las iniciativas.
"De lo que se trata es de que el Gobierno se esmere al máximo para poder presentar una serie de proyectos competitivos con los que España pueda optar a una parte importante de los recursos", ha dicho, proponiendo crear una "task force" con todas las administraciones públicas, los grupos parlamentarios y los agentes sociales, entre otros, que se encarguen de definir los proyectos "estratégicos y prioritarios".
En este sentido, ha mencionado las interconexiones energéticas, las infraestructuras de transporte de mercancías o el apoyo a las pymes entre los ámbitos que deberían ser prioritarios en esta selección.
NO HAY CAMBIO DE POLÍTICA.
Finalmente, el portavoz económico del PP, Vicente Martínez-Pujalte, ha negado que este plan vaya a suponer un cambio en la política económica de la UE. "Si dijéramos que este plan es un nuevo maná que nos exime de los esfuerzos para sacar la economía adelante no estaría de acuerdo. Dios sólo ayuda a quien se ayuda, y pensar que el 'Plan Juncker' puede ser algo caído del cielo que nos exime del esfuerzo no es verdad. Hay que seguir trabajando", ha señalado.
"Pero no podemos ver las políticas de oferta como un atajo para avanzar más rápido. No podemos ver este plan como un cerrar los ojos a la realidad, sino que se trata de continuar con las reformas estructurales, con el control del déficit público y, a la vez, plantear proyectos estratégicos que contribuyan al crecimiento y la competitividad del conjunto de la UE", ha reiterado.
A renglón seguido, el 'popular' ha defendido que "no existe una dicotomía absoluta entre las políticas de oferta y de demanda" pero hace falta "trabajar por un mix de políticas que permitan que la economía funcione". Y ha destacado que "España es la demostración de que con reformas, estabilidad y austeridad se puede avanzar", aunque sea "lentamente".
"Ahora los vientos son favorables: el tipo de cambio del euro, el precio del petróleo, las financiación de las pymes y de las administraciones pese a las dificultades, etc. Pero las velas hay que seguirlas teniendo desplegadas en la dirección correcta", ha zanjado el diputado murciano.
