Alfredo Jiménez: Aproximar el nivel de economía sumergida a países de nuestro entorno afloraría hasta 20.000 millones

Alfredo Jiménez, Director de Estudios y Análisis de la FEF
Foto: EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 27 marzo 2015 13:32

MADRID, 27 Mar. (EDIZIONES) -

La economía sumergida en España supone algo más del 18% del PIB, cifra que coincide con la media de la Unión Europea de los 27, según el informe de economía sumergida en España de la Fundación de Estudios Financieros (FEF) de 2013 y el informe de flexibilidad en el trabajo de Randstad de 2014.

Sin embargo, este dato duplica las tasas de los grandes europeos como Austria y Holanda, ambas por debajo del 10%, de Francia y Reino Unido, en torno al 10%, y de Alemania (13%). Solo Italia mantiene un nivel superior al de España, en torno al 22%.

No obstante, la economía irregular en la UE muestra desde 2003 una tendencia a la baja, salvo un pequeño repunte en 2009, que en el caso español supuso la reducción de 3,6 puntos porcentuales, pasando del 22,2% en 2003 a 18,6% en 2012.

Para profundizar más en este tema hemos hablado con Alfredo Jiménez, director de estudios y análisis de la FEF.

- ¿Qué medidas se están llevando a cabo en la actualidad para combatir la economía sumergida?

Los distintos gobiernos españoles de los últimos 10 años han sido conscientes de la importancia de luchar contra la economía sumergida, aunque se considera que las medidas adoptadas hasta ahora adolecen de un enfoque global insuficientemente coordinado. Desde el año 2005 se han aprobado numerosas medidas anti-fraude fiscal en España, pero creemos que no han dado un resultado óptimo, quizás porque su objetivo era el fomento del cumplimiento voluntario y la prevención.

No obstante, se han conseguido otros objetivos importantes, como potenciar las fuentes de información de la Administración o una mayor coordinación con otros organismos e instituciones. Además, creemos que en la actualidad la lucha contra el fraude está más enfocada a la comprobación de datos que a la investigación, lo que dificulta el afloramiento de gran parte del fraude existente.

- ¿Pueden hacer más los gobiernos españoles para luchar contra ella?

Para resolver el problema del fraude laboral las medidas a adoptar deberían basarse en la continuación de las reformas del mercado de trabajo y, a su vez, dado que el problema del fraude fiscal y laboral tiene hondas raíces sociales, resulta imprescindible aumentar la sensibilización fiscal de los ciudadanos.

Además, el pequeño tamaño de la empresa española es considerado como una de las causas de la existencia de la economía sumergida. Una nueva estructura empresarial con empresas de mayor tamaño reduciría sin duda los niveles de economía no declarada, además de favorecer la competitividad del tejido empresarial, por lo que deben establecerse políticas con este objetivo.

- ¿Podría España disminuir su economía sumergida hasta llegar a unos niveles bajos o, incluso, erradicarla?

La erradicación de la economía sumergida es realmente difícil y ningún país desarrollado lo ha conseguido hasta ahora. Un objetivo realista debe ser aproximar el nivel de economía sumergida en España al de los países de nuestro entorno. Este sí que es un objetivo factible. Según nuestros cálculos, esto significaría una recaudación adicional de entre 18.000 a 20.000 millones de euros al año. Cifra nada desdeñable que supone el 1,8%-2,0% de nuestro PIB aproximadamente, además de reducir el déficit público en la misma cuantía.

- ¿Cuál es la relación real entre economía sumergida y corrupción?

En nuestro informe hemos contrastado las cifras de economía sumergida con el índice de Transparencia Internacional de diversos países y concluimos que existe una alta correlación entre el nivel de corrupción de cada país y el tamaño de la actividad que se escapa del conocimiento y control del Estado. Probablemente, actuar contra la economía no declarada signifique actuar al mismo tiempo sobre la corrupción.

- ¿Por qué existe tanta diferencia entre países de la UE-27?

El tamaño de la economía no declarada se distribuye de forma desigual entre los países de las diferentes zonas europeas, marcando claras diferencias entre Norte-Sur y Este-Oeste. Aunque no se puede hablar de una relación causa efecto, los datos sugieren que el mayor tamaño de la economía sumergida se debe a unos menores niveles de desarrollo, de bienestar social y de regulación.

- De las medidas que propone la UE para combatir la economía sumergida, ¿cuáles se deberían tomar en España para disminuirla?

En la UE se han adoptado numerosas medidas sobre todo para combatir el fraude laboral. Estas medidas han sido incentivadoras del cumplimiento, principalmente preventivas y curativas. Desde el inicio de la crisis las medidas disuasorias han sido más usadas y han sido comúnmente consideradas como más efectivas que las de carácter preventivo, curativo o de promoción del compromiso social. Con respecto a las medidas que se deberían tomar en España, ya se han mencionado anteriormente.

- ¿Existen medidas que se lleven a cabo en otros países y aquí no?

Muchas de las medidas que han adoptado otros países no difieren mucho de las que he indicado antes. Sin embargo, creo que es conveniente llevar a cabo dos actuaciones específicas en nuestro país:

En primer lugar, cuando comparamos resultados de algunas encuestas con otras similares en otras naciones europeas se concluye que habría que mejorar la conciencia fiscal de nuestros ciudadanos.

En  segundo lugar, la situación en cuanto a los recursos empleados en la lucha contra el fraude es claramente mejorable. Por ejemplo, en España el número de inspectores fiscales es 5 veces inferior al de países como Alemania y Francia y el personal de la Agencia Tributaria española atiende entre 2 y 3 veces más ciudadanos que la media europea o de países como los citados anteriormente.

- ¿Existe algún beneficio que se pueda obtener de la economía sumergida? ¿Por qué?

Lo dudo, aunque hay mucha gente que la justifica. La existencia de economía no declarada en una sociedad es una grave anomalía para su correcto funcionamiento, ya que genera problemas de equidad, produce pérdidas recaudatorias para el sector público, distorsiona la competencia empresarial, provoca desviaciones en las estadísticas económicas oficiales y se producen problemas de desigualdad entre ciudadanos. En definitiva, son mucho mayores los problemas que ocasiona que los beneficios que supuestamente pudiera aportar.

- ¿Qué variables hay que tener en cuenta a la hora de medir la economía sumergida?

Existen métodos de estimación directos como son encuestas y cuestionarios, así como mediante la detección directa de fraude y omisión de información a través de discrepancias entre ingresos declarados y efectivos que tratan de determinar el tamaño de la economía sumergida a través del acceso directo a los agentes económicos.

El análisis de indicadores como la demanda de efectivo como porcentaje del PIB o la facturación con pago electrónico se consideran métodos de estimación indirectos y son los más desarrollados, ya que utilizan múltiples variables en su análisis.

En todo caso, las estimaciones de la economía sumergida por cualquiera de estas metodologías es difícil, por ello, han de considerarse más como aproximaciones que como medidas exactas.

-¿Por qué la regulación de la economía sumergida muestra tantas diferencias entre sectores en España?

Depende del nivel de regulación de cada sector. Los más regulados, que se basan en contratos con un alto nivel de formalidad entre proveedores y clientes, tales como el suministro de electricidad o los servicios financieros, tienen un nivel menor de economía sumergida que sectores como el de la construcción, manufacturero o de ventas mayoristas.