José Rolando Álvarez: "Queda mucho por hacer en el ámbito de la innovación en España"

JOsé ROlando Álvarez, presidente de SGR
JULIA ROBLES
Actualizado: viernes, 18 diciembre 2015 10:15

MADRID, 18 Dic. (EDIZIONES) -

En un escenario en el que las 'fintech' empiezan a despuntar, la financiación para las empresas toma un papel protagonista. Pero las opciones no existen sólo en la tecnología. Aquí es donde entran en juego las sociedades de garantía recíproca (SGR), entidades financieras que se dedican a facilitar el acceso al crédito de las pymes y mejorar sus condiciones de financiación. No obstante son unas grandes desconocidas para gran parte de los empresarios españoles.

Por eso, desde mercadofinanciero.com entrevistamos a José Rolando Álvarez, presidente de SGR-Cesgar e Iberaval, para que aporte luz a la situación de las SGR.

- Según datos de SGR-Cesgar, cerca de 200.000 pymes españolas no han obtenido financiación en los últimos seis meses. ¿Cree que la mayoría de ellas son proyectos solventes que han ido a pedir ayuda a la 'ventanilla' equivocada?

En muchos casos eso ha ocurrido porque detrás del 99,8 por ciento de los proyectos que no obtuvieron financiación se encuentra la falta de avales, la necesidad de garantías y no poder aportarlas. La tradición dice que en España los créditos se solicitan en el banco, pero está claro que hay otras ventanillas, que no son ni más ni menos equivocadas, sino que aportan soluciones diferentes. El sector al que yo represento, las sociedades de garantía, tiene en la mente a las empresas, porque entendemos su riesgo y nuestro leiv motiv es ayudarlas a crecer.

- ¿Qué aportan en este ámbito las sociedades de garantía (SGR)?

Las sociedades somos una parte importante de la solución en el acceso al crédito por parte de las micro, pequeñas y medianas empresas, pero también de los autónomos y emprendedores. Cubrimos una falla de mercado existente. Pero, más allá de esa importancia relativa que a mi entender tienen las SGR, le diré que el 'Informe sobre situación de las pymes en relación con la financiación ajena', que acabamos de presentar, destaca que las empresas que nos conocen ven en las sociedades de garantía tres ventajas: facilitamos el acceso a la financiación bancaria, asesoramos de una manera adecuada y propiciamos unas mejores condiciones financieras para los préstamos que respaldamos.

- ¿Cree que la banca no se fía de las empresas, especialmente de las jóvenes?

No considero que sea cuestión o no de fiarse. Se trata de aportar garantías, de que el prestador sea consciente de que sí va a recuperar el importe que presta. Conocer los nuevos negocios no es sencillo, primero porque son novedosos y, segundo, porque en muchas ocasiones no se explican bien. Pero, más allá de todo eso, el Banco de España impone restricciones importantes en ese sentido, y por ello las entidades financieras tiran de prudencia en la toma de decisiones. Los bancos suben los criterios de riesgo por exigencias del regulador y, a cambio, exigen más solvencia y activos. Eso no coincide con lo exigible a una pyme, y por eso nosotros estamos ahí.

- ¿Qué problemas específicos encuentran las empresas de base tecnológica para encontrar financiación?

Le daré un dato: el 21,6 por ciento -según nuestro Informe- se consideran innovadoras. De ellas, el 16 por ciento ya están obteniendo retorno de sus actividades en la facturación. De modo que, queda mucho por hacer en el ámbito de la innovación en España. En el caso de los proyectos que acuden a una SGR, nuestro objetivo principal es conocer el Plan de Negocio, saber a qué clientes se dirige, con qué producto, cuál es su diferenciación... y eso el emprendedor lo sabe muy bien. La clave está en la viabilidad de lo que se plantea. Y, en el caso de las start-up, esto es un elemento fundamental. Por otra parte, la antigüedad de las pymes es una característica inversamente proporcional a la hora de disponer de garantías. Y la falta de avales dificulta claramente el acceso a financiación, especialmente a las compañías más pequeñas y los emprendedores.

- ¿Han detectado colectivos especialmente penalizados en los canales de financiación habituales y que pueden encontrar más oportunidades a través de las SGR, como podrían ser los inmigrantes?

Las 20 sociedades de garantía que operan a lo largo y ancho de España hacen recurrentemente operaciones con emprendedores y autónomos y no son excepción las realizadas con inmigrantes. La empresa tipo en España es una pyme del sector servicios con hasta diez trabajadores y que factura menos de 300.000 euros al año. Este tipo de compañías son las que fundamentalmente trabajan con las sociedades de garantía, que trabajan con una operación media que se sitúa en torno a los 90.000 euros, con un plazo de devolución a ocho años. Con ese dinero, una familia puede mantener un negocio abierto y crear empleo.

- ¿Por qué se conocen tan poco las SGR, incluso entre las pymes?

Hay un gran desconocimiento de las SGR por parte de las pymes. Eso es cierto. El 82,6 por ciento nunca ha recurrido a una y no conoce bien qué servicios ofrece. Tenemos el firme compromiso de rebajar, en la medida de lo posible, ese porcentaje en los dos próximos años. Pero, déjeme explicarle por qué ocurre esto: hasta hace no mucho tiempo contábamos con el inestimable apoyo de las grandes prescriptoras del crédito en España, que eran las cajas de ahorro. Ahora, estamos ocupando ese espacio. Tenemos claro que las pymes no pueden estar excluidas del sistema financiero español. Pero, partimos con un déficit claro, porque las entidades bancarias cuentan en este momento con más de 30.000 oficinas en territorio español. En nuestro caso, la red ronda las 70 sucursales. La desproporción es evidente, pero el esfuerzo comercial que se realiza desde las SGR está fuera de toda duda. Llegamos hasta el último rincón de la geografía nacional. Además, disponemos de recursos para estudiar las operaciones que recibimos, así como solvencia para prestar mucho más de lo que actualmente prestamos.

- ¿Tienen alguna estimación de cuántas empresas/empleos se podrían haber salvado durante la crisis de haber tenido a las SGR en primera línea?

Bueno, no existen datos reales en ese sentido, pero la estimación es que un tercio de las operaciones realizadas por las SGR no salen adelante en la banca por falta de garantías o por importe. El 'Informe sobre situación de las pymes en relación con la financiación ajena' elaborado por la Confederación Española de Sociedades de Garantía pone de manifiesto que 200.000 pymes españolas con necesidades de financiación no la recibieron en los últimos seis meses, lo que ha implicado que se han dejado de crear o mantener medio millón de empleos. De manera que, se pueden sacar conclusiones, porque ese documento ya nos sitúa, con esas rotundas cifras, en el fin de la crisis económica y financiera como punto de inflexión en cuanto a las condiciones de acceso a financiación por parte de pymes y autónomos.

- ¿Cree que hay una discriminación por parte del Gobierno a la hora de apoyar a la banca, en detrimento de vías alternativas como la SGR?

No lo creo. El Gobierno sí rescató a la banca de nuestro país, que respondió con criterios muy exigentes para evitar más descalabros y va llegando el momento de reclamar que lo que sirvió de apoyo vuelva a todos los españoles. Ahora bien, el Ejecutivo sí ha clarificado las posibilidades reales de las vías de financiación no bancaria, en algunos casos imponiendo unas regulaciones muy estrictas, pero entiendo que con el total de la ciudadanía en mente. En el caso de las sociedades de garantía, contamos con el respaldo de la Compañía Española de Reafianzamiento (CERSA), dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Esa institución nos reavala y permite que, por cada euro que aporta, se generen 40 de crédito a las pymes. Ese dinero público posicionado en el sistema de garantías es especialmente eficiente.

- Más del 95% de las empresas españolas son pymes o microempresas ¿Por qué no crecen estas sociedades?

España debe resolver el problema de acceso a la financiación empresarial. Es una cuestión de justicia social y está claro que sólo la inversión crea empleo. Si no hay crédito, no hay empleo. Y esa inyección crediticia debe ser fluida entre ese 95,3 por ciento de micropymes que operan en nuestro país, según el Informe de SGR-CESGAR. Más de la mitad de las mismas, por cierto, cuenta sólo con un trabajador. Por otra parte, una estrategia fundamental que debe liderar el Estado, gobierne quien gobierne, es apoyar a las microempresas para que pasen a ser pequeñas y que éstas se conviertan en medianas. En ese ámbito, nosotros estaremos apoyando.

- ¿Se encuentran desatendidas las SGR en los programas electorales de este 20D?

Sólo aparecemos en el programa electoral socialista, que plantea aumentar el tamaño del sector y alude a la importancia de CERSA. Pero, todos los partidos hablan de potenciar las formas de financiación alternativas a la bancaria. Saben de su importancia. Lo hace, por ejemplo el Partido Popular. A mi entender, hay un dato apabullante que también destaca el Informe que acabamos de dar a conocer: casi el 85 por ciento de las pymes con necesidades de financiación recurre a una entidad bancaria. Esto sólo ocurre en España. En los países de nuestro entorno, en Occidente en definitiva, esto no pasa. España es un país radicalmente bancarizado y no tiene pase que esto no se resuelva, porque el acceso al crédito es una cuestión de justicia social.

- ¿Qué le piden las SGR al nuevo Gobierno?

Sobre todo que nos tenga en cuenta, que incorpore nuestro discurso a sus políticas porque, como ya he dicho, somos una parte relevante de la solución al problema del crédito. La inversión es la antesala del empleo, y sin crédito es imposible esa inversión. En el sector de las SGR solemos destacar la importancia que nuestra actividad tiene para el sostenimiento y la creación de puestos de trabajo; no son palabras huecas. Así lo destacan las estadísticas oficiales. Y, como también señalaba: vamos a estar ahí para allegar recursos a las microempresas, las pymes, pero también los autónomos y los emprendedores, para que estén en igualdad de condiciones frente a sus equivalentes en otros países, porque en España el peso de las pequeñas compañías es todavía mayor que en los de nuestro entorno. Queremos ayudar, en fin, a que el crédito esté presente en el grueso del tejido empresarial de nuestro país, que son las micropymes, pymes, autónomos y emprendedores.