MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU se ha visto obligado a reducir por segunda vez en sólo seis meses el tamaño de las raciones de alimentos que reparte en los campamentos de refugiados de Dadaab y Kakuma, en el norte de Kenia, debido a la falta de fondos.
Actualmente, la agencia reparte 9.300 toneladas de comida a medio millón de refugiados que, cada dos semanas, reciben una ración de cereales, legumbres, aceite, sal y harina enriquecida.
En total, estos lotes están pensados para proporcionar 2.100 calorías por persona y día, la energía mínima recomendada. A partir del próximo lunes, el PMA reducirá la cantidad de cereales, lo que supondrá rebajar la estimación de calorías diarias hasta las 1.520.
El PMA ha advertido en un comunicado de que deberá prolongar este recorte hasta septiembre --e incluso agudizarlo-- si no recibe más dinero de forma inmediata. En términos de coste, el actual plan supone un gasto de 9,6 millones de dólares mensuales.
El director de la agencia para Kenia, Thomas Hansson, se ha mostrado "preocupado" por cómo afectará la carencia de fondos a la vida de los refugiados. "Esperamos que sólo sea una medida temporal", ha dicho Hansson, que ha lanzado un llamamiento a la comunidad internacional.
Además de las raciones que el PMA reparte cada dos semanas, también proporciona alimentos reforzados para niños, embarazadas y madres lactantes. Asimismo, colabora para que los estudiantes de educación infantil y primaria puedan comer en la escuela, de tal forma que sean capaces de rendir y concentrarse en las clases.
