MADRID, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
El 75% de la población ahorra en energía aun a costa de perder en confort, al tiempo que el 80% considera que la crisis ha influido mucho en los hábitos y actitudes de la sociedad sobre el consumo energético, según el Indicador Social Repsol de Eficiencia Energética 2013, presentado por el Observatorio de Energía de Fundación Repsol.
Entre las conclusiones de este trabajo se aprecia que el ciudadano no percibe su responsabilidad en el consumo diario para la mejora de la eficiencia energética. Cada vez más, se considera que la información sobre esta materia debe procedere de la Administraciones y de las compañías energéticas.
La oleada de este año del indicador, en la que se han encuestado a más de 4.300 personas, sitúa en 62,23 sobre 100 puntos la puntuación de la sociedad en eficiencia energética. Se produce una leve mejoría, aunque "todavía hay un largo camino por recorrer", señalan los autores del trabajo.
Solo el 7% de los encuestados considera importante la búsqueda activa de información y, por lo general, el ciudadano no tiene una visión global del impacto de sus acciones. De hecho, cada año menos personas consideran que el ahorro de energía tenga un efecto positivo.
El informe muestra además que el 60% de los hogares han visto su situación económica muy influida por la crisis y que el 75% de los ciudadanos han recortado gastos o intentado ahorrar en energía como consecuencia de la crisis.
En estas circunstancias, prima una motivación económica, donde el incentivo principal para reducir el consumo es reducir la factura. En todo caso, el 93% de los ciudadanos confían en que mantendrán los hábitos de consumo responsable tras la crisis.
