Actualizado 09/02/2016 18:00

El compositor Georges Aperghis, Premio Fundación BBVA por reinventar el teatro musical

El compositor Georges Aperghis, Premio Fundación BBVA por reinventar el teatro m
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MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -

El compositor griego Georges Aperghis ha resultado ganador del Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Música Contemporánea por reinventar y renovar el teatro musical utilizando sonidos, gestos, tecnologías y espacios, e incorporando a los intérpretes al proceso creativo de composición, según señala el acta del jurado.

Asimismo, el jurado también ha destacado que el teatro musical de Aperghis ha captado nuevos públicos y ha logrado "incluir la música contemporánea en la experiencia teatral común".

Estos premios, creados en 2008 y dotados con 400.000 euros para cada una de las categorías, pretenden reconocer a los autores de avances significativos en distintas áreas científicas, tecnológicas y artísticas, disciplinas que responden al mapa del conocimiento en la última parte del siglo XX y en el presente, así como a retos fundamentales como el cambio climático y la cooperación al desarrollo.

Para conseguir esa reinvención del teatro musical, ha jugado con distintos elementos como voces, ruidos, gestualidad, lenguaje, vídeos, espacio escénico y luces, y los ha traducido en música. El jurado considera así que traspasa las fronteras entre teatro y música. En este sentido, el premiado ha señalado que para él "no hay fronteras entre la música y el teatro, hay una continuidad en la que la acción teatral es una prolongación de la música y la música contiene la acción".

A pesar de ser el creador, director y compositor de sus espectáculos, hace partícipes de su proceso creativo a los intérpretes, ya sean músicos, actores, cantantes o bailarines. "No es un músico convencional que presenta una partitura cerrada a los intérpretes, sino que trabaja con ellos en un proceso de búsqueda, de investigación, en el que se dan fenómenos de "hibridación": los actores se convierten en músicos y al revés", explica el jurado.

SEGUIDOR DE LOS BEATLES, LOS ROLLING STONES O PINK FLOYD

Aperghis fue un autodidacta. Nacido en Atenas, Grecia, en 1945, en el seno de una familia de artistas, descubrió la música gracias a la radio y a las clases de piano que recibía de una amiga de la familia y en la escuela, pero sin llegar a acudir al conservatorio. A los 17 años se trasladó a París para continuar sus estudios de música. "Era curioso y, sobre todo, escuchaba música del mundo entero. Iba casi todo los días a un concierto, a la Unesco, al Museo del Hombre, que proponía conciertos de música asiática. Adoro también el rock: vi a los Beatles en el Olympia, a los Rolling Stones en el Palacio de los Deportes, a Pink Floyd en los Campos Elíseos... Iba a ver a los compositores con mis trabajos bajo el brazo. Este es el modo en que conocí a Iannis Xenakis", ha declarado.

En París entró en contacto con el mundo del teatro y se inició en el serialismo del Domaine Musical, en la música concreta de Pierre Schaeffer y Pierre Henry, y en las obras de Iannis Xenakis, que le inspiró en sus primeros trabajos.

Hacia 1970, decidió profundizar en un lenguaje más libre y comienza sus búsquedas y exploraciones sobre el sonido de la voz. Interesado en particular por el teatro musical compone en 1971 su primera obra en este ámbito, 'La tragique histoire du nécromancien Hiéronimo et de son miroir'. En ella comienza a combinar música, palabras y escenario, y se plasma su afán innovador, que años más tarde sintetizaría de esta forma: "Si hay algo que tengo claro es esto: nunca volver al pasado ni a nada de lo que se ha hecho desde la segunda Guerra Mundial".

En 1976 fundó, junto a su mujer, la actriz Édith Scob, el Atelier Théâtre et Musique (ATEM) ubicado en los suburbios de París, en Bagnolet, hasta 1991, y después en el Théâtre Nanterre-Amandiers. Allí renovó por completo su enfoque de la composición. Convirtió a los músicos en actores, e incorporó en sus obras ingredientes vocales, instrumentales, gestuales y escénicos en idéntica proporción.

El compositor ha señalado que "hace falta que el público reconozca dónde está el color, dónde está el espacio, dónde están ciertos contrapuntos" y si consigue estos, les transmite "otro mensaje diferente del contexto" y así tiene "la impresión de que el público juega, interactúa también con la música".

A partir de los años noventa Aperghis, y gracias a los medios que el Instituto e Investigación y Coordinación sobre Acústica y Música (IRCAM) le facilitó, incorpora a su trabajo las nuevas tecnologías: vídeo, electrónica y tratamiento del sonido en tiempo real.

"Invierto tiempo en ensayar las obras, en las que puedo perderme y encontrarme otra vez a mí mismo con los intérpretes. Asumo riesgos como el de llegar con fragmentos de texto y música y terminar la obra en el propio teatro", ha explicado. Su repertorio se completa con ópera, música de cámara, música para coro, para instrumento solo y para orquesta.

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