Publicado 06/08/2018 12:58

¿Cómo son los jóvenes con discapacidad que buscan empleo en España?

Jóvenes con discapacidad, motor de futuro
ADECCO

Actualmente, se contabilizan en España 8.937 jóvenes con discapacidad (hasta 25 años) inscritos como demandantes de empleo

MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -

Hombre, con discapacidad física y más de un año desempleado es el perfil de las personas jóvenes con discapacidad que buscan empleo en España, una cifra que actualmente asciende a 8.937 jóvenes con discapacidad (hasta 25 años), según se desprende del tercer informe 'Jóvenes con Discapacidad, motor del futuro', realizado por la Fundación Adecco y JYSK con motivo de la celebración del Día de la Juventud el 12 de agosto.

Las conclusiones se basan en una encuesta realizada a 300 personas con discapacidad de entre 18 y 30 años, así como en el análisis de informes oficiales como 'El mercado de Trabajo de las personas con discapacidad' (SEPE, 2018) y 'Jóvenes con discapacidad en España (Injuve y Cermi, 2016).

En este sentido, los jóvenes con discapacidad en España representan el 1,7% del total de desempleados jóvenes en España (515.200). Su perfil responde al de un hombre (63%) con discapacidad física (42%) que reside mayoritariamente en Andalucía (22,8%), Cataluña (15%), Comunidad Valenciana (11,4%) y Comunidad de Madrid (10,5%). Estas cuatro regiones concentran a seis de cada diez desempleados jóvenes con discapacidad, según se desprende del informe realizado por SEPE.

En cuanto al tipo de discapacidad de los desempleados jóvenes, la mayoría presenta una de tipo físico (42%), seguido de un 23% con discapacidad psíquica, un 19% sensorial, un 11% intelectual y un 5% orgánica. Además, el 27,7% de los jóvenes desempleados lo son de larga duración, es decir, llevan más de un año buscando empleo sin éxito. En concreto, el 14,5% lleva entre uno y dos años en paro y un 13,3% supera los dos ejercicios.

DISMINUCIÓN DEL EMPLEO VS DISCRIMINACIÓN

En los últimos años, se ha producido una reducción del número de desempleados jóvenes con discapacidad en España. Con respecto al año 2017, la cifra ha caído un 1,4% y un 11,7% con respecto al año 2014. Entre las causas que subyacen detrás de este descenso destacan una mejora de la salud del mercado laboral, lo que se traduce en una recuperación económica más inclusiva; un paulatino cambio de mentalidad por parte de las empresas que comienzan a apostar por la diversidad y la inclusión; una prolongación de la etapa formativa de los jóvenes con discapacidad y la irrupción de las tecnologías inclusivas.

Sin embargo, la tasa de actividad de los jóvenes con discapacidad en el mercado laboral es del 28&%, es decir, un 78% no tiene empleo ni lo busca, según el informe 'Jóvenes con discapacidad en España' (Injuve y Cermi). Así, los impulsores del estudio consideran que la menor participación de los jóvenes con discapacidad en el mercado laboral se debe a las dificultades derivadas de su condición (elevada afectación, deterioro del estado de salud, etc) así como a las barreras psicológicas de carácter intrínseco (sobreprotección familiar, temor, inseguridades, etc) y extrínseco (discriminación por parte de la sociedad y las empresas).

En este sentido, el 40% de la población joven con discapacidad afirma haber sentido discriminación en el ámbito educativo o formativo así como en el laboral, que asciende al 66%. Es decir, cerca de siete de cada diez jóvenes con discapacidad afirma haber sentido discriminación en los procesos de selección para acceder a un puesto de trabajo.

Según el director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, la única vía para atajar esta situación es "la educación inclusiva desde edades tempranas, así como una intensa labor de sensibilización en las empresas".

Por otro lado, entre aquellos que sí buscan trabajo, casi tres cuartas partes (67,9%), nunca ha tenido contacto con el mundo laboral por una cuestión generacional o por la "cultura del subsidio", que conduce a una búsqueda de empleo "más laxa y prolongada" y que "perpetúa la dependencia e inactividad".

Según Mesonero, las políticas pasivas de empleo o subsidios son "muy necesarios para garantizar que las personas con discapacidad pueden salir adelante, pero es fundamental complementarlos con políticas activas de empleo para que los jóvenes puedan competir en condiciones de igualdad y lograr su autonomía".

Asimismo, un 52% de los jóvenes con discapacidad cree que tardará más de un año en encontrar trabajo; un 26% prevé estar entre siete y doce meses desempleado; un 17% calcula que encontrar empleo le llevará entre uno y seis meses y un 5% opina que tardará menos de un mes.


MENOR FORMACIÓN: EL TALÓN DE AQUILES

A través del informe 'Jóvenes con discapacidad y empleo en España' del año 2016 se desprende que existe un "gap" entre los jóvenes que tienen discapacidad y el resto de personas de su edad. Así, un 11% de los jóvenes con discapacidad es analfabeto (un 0,28% de los de su edad) y un 2% cuenta con estudios universitarios, frente al 11,9% del resto.

El primer diplomado europeo con síndrome de Down y embajador de la Fundación Adecco, Pablo Pineda, apuesta por un modelo de educación inclusiva que reduzca esta brecha formativa: "el problema es que muchas personas con discapacidad, especialmente intelectual, terminan su formación con 18 años y su única alternativa es un centro ocupacional o Centro Especial de Empleo. Desde mi punto de vista, el valor de la educación inclusiva radica precisamente en buscar la equidad, analizar las necesidades de cada persona y ofrecerle alternativas adecuadas a sus circunstancias. De este modo, las personas con discapacidad podríamos alcanzar la plenitud educativa haciendo una FP, con un certificado de profesionalidad o mediante otras fórmulas intermedias que eviten que toquemos techo formativo a los 18 años. La idea sería prolongar la formación hasta los 25 años, para que las personas con discapacidad puedan competir con garantías en el mercado laboral".

Por otro lado, según el informe 'El mercado de Trabajo de las personas con discapacidad' del SEPE un 20,2% encuentra trabajo como peón de industria manufacturera, seguidos de un 19,6% que lo hace como personal de limpieza en oficinas y hoteles. Camarero es la tercera profesión más repetida con un 12,6%.

Durante el último año, la Fundación Adecco ha generado 725 empleos para jóvenes con discapacidad. En este sentido, la fundación ofrece una serie de recomendaciones como no esconder la discapacidad, pero tampoco reflejarla en el currículum de forma obligatoria; transformar la discapacidad en una ventaja competitiva; centrar el currículum en las competencias; la formación; reforzar la marca personal en redes sociales; y agotar todas las fuentes de búsqueda de empleo.

Para Mesonero, "es vital empoderar a los jóvenes para que su discapacidad no sea un hándicap, sino una ventaja competitiva para incrementar sus oportunidades de empleo".

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