El 16 de abril un juez italiano decidirá si imputa a la tripulación por favorecer la "inmigración clandestina"
BRUSELAS 10 (EUROPA PRESS)
El director de la ONG Proactiva Open Arms, Òscar Camps, dedicada al salvamento marítimo y cuyo barco permanece retenido en un puerto de Sicilia desde el pasado 18 de marzo por supuestamente "favorecer la inmigración clandestina", ha asegurado este martes en Bruselas que "es difícil defenderse" de una acusación si realmente no se ha cometido "ningún delito".
"En los 400 folios (del sumario) se explican muchas historias pero no hay ningún delito", ha denunciado Camps en una rueda de prensa en la Eurocámara, quien ha apuntado a la posibilidad de que las acusaciones de la fiscalía de Catania contra él y otros dos miembros de la tripulación del barco Open Arms "queden en nada" por este motivo. "Todavía no sabemos qué hemos hecho mal", ha asegurado.
El próximo 16 de abril el juez de instrucción que lleva la causa, Nunzio Sarpietro, debe determinar los motivos por los que se les encausa y los cargos que les imputan, ha anunciado Camps, por lo que a partir de ahora se presenta "una situación muy compleja" ya que "nuestra causa tiene una multa de 3 millones de euros" y hasta 3 años de cárcel mientras que "violar derechos humanos" no está perseguido, en referencia a las prácticas de los guardacostas libios financiados por la UE.
"Pararnos el barco es condenarnos a muerte", ha asegurado Camps, puesto que "aunque no se hable de las consecuencias de bloquear" la embarcación, su inmovilización tiene un coste de "3.000 o 4.000 euros diarios" debido a los gastos que supone el mantenimiento de la misma.
Pese a esta situación, el director de la ONG ha anunciado que el barco Astral retomará las labores de rescate en el Mediterráneo central la próxima semana. "Volvemos con el primer barco que utilizamos (para salvamento marítimo) en el Mediterráneo a pesar de que es una embarcación de vela nada apropiada para el rescate", ha dicho Camps, aunque con él "salvamos miles de vidas".
Camps ha advertido del riesgo que supone "paralizar el único barco de salvamento" que queda en el Mediterráneo central tras los "esfuerzos de la UE y del gobierno italiano por frenar o disolver la flota humanitaria" en esa zona, "con una excusa banal que es frenar el tráfico de personas" a pesar de que el derecho marítimo internacional recoge la obligación de socorrer a personas que se encuentren en peligro en alta mar.
"Si rescatamos a personas en aguas internacionales y las devolvemos a un grupo armado (en referencia a los guardacostas libios) serán encarceladas en Libia de manera arbitraria, sin respeto alguno a los derechos humanos, algo que incluso ha sido denunciado por la UE, y por tanto estaríamos violando derechos fundamentales", ha dicho Camps.
La tripulación de Proactiva Open Arms está acusada de "favorecer la inmigración ilegal" tras una operación de rescate de más de 200 personas el pasado 15 de marzo, en la que las autoridades italianas solicitaron primero a la ONG que se ocupase del naufragio y después les aseguraron que "los guardacostas libios se harían cargo". A su llegada, les amenazaron de muerte si no entregaban a "mujeres y niños" aunque finamente decidieron irse.
Las autoridades italianas les dijeron que llevasen a los migrantes rescatados al puerto siciliano de Pozzallo y una vez allí el barco fue retenido y la tripulación acusada por la fiscalía de Catania de promover la "inmigración clandestina" y tratarse de una "asociación criminal", aunque finalmente el juez desestimó este último delito.
El eurodiputado de Podemos Miguel Urbán ha anunciado en la misma rueda de prensa que el director de Proactiva prevé reunirse con representantes de distintos grupos parlamentarios en la Eurocámara (Verdes, liberales, la izquierda unitaria) y previsiblemente también con el grupo socialista. Asimismo, este viernes Camps participará en un desayuno con la prensa en el Congreso de los Diputados.
