Actualizado 15/09/2014 18:31

Animalistas exigen la ilegalización del 'Toro de la Vega'

Toro de la Vega 2013
Toro de la Vega 2013 - EUROPA PRESS

TORDESILLAS (VALLADOLID), 15 Sep. (EUROPA PRESS) -

   La Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (Anpba) ha instado a la Junta de Castilla y León, en concreto a su presidente, Juan Vicente Herrera, a ilegalizar el 'Toro de la Vega' que se celebra en Tordesillas (Valladolid) por tratarse de un "sangriento espectáculo, paradigma del maltrato animal por diversión".

   La asociación ha remitido una misiva al máximo representante del Gobierno regional en la que se expone su postura y en la que se solicita esa derogación, a los efectos de que "Castilla y León se desprenda de ese lastre de medievalidad e ingrese definitivamente en la modernidad".

   Según ha informado Anpba en un comunicado recogido por Europa Press, esta acción se podría llevar a cabo sólo con derogar cuatro artículos, del 28 al 31, del vigente Reglamento de espectáculos taurinos populares. Además, recuerda que este acto no requeriría la aprobación de las Cortes regionales ya que la Junta es "plenamente competente" para realizarla.

   Asimismo, la asociación ha aprovechado para mostrar su rechazo también contra "toda esta rémora de espectáculos anacrónicos, crueles e insufribles" declarados "tradicionales" por la Junta, como son los "toros ensogados" de Benavente (Zamora) y Astudillo (Palencia); las "vacas ensogadas" de Palazuelo de Vedija y Villafrechós (Valladolid), y el "toro de fuego" de Medinaceli (Soria), los cuales, según las mismas fuentes, "a estas alturas del siglo XXI, deberían estar perseguidos y sancionados" ya que "su pretendida antigüedad o medievalidad los hacen, precisamente, más crueles y anacrónicos".

   Además, Anpba ha recordado a Herrera que un auto de la Audiencia Provincial de Palencia, de 2005, dispone que ensogar toros supone un "maltrato evidente" para un animal de raza bovina, y una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), de 2000, dispone que colocar a un toro bolas de fuego en la zona de la cabeza lo somete a "malos tratos físicos y anímicos" ya que el toro, por naturaleza, huye del fuego.