Actualizado 18/03/2011 15:28

Una opción para Fukushima Daiichi es instalar un sarcófago para sellar la fuga de radiación, según un experto del CSIC


MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

El toxicólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Eduardo Rodríguez Farré, experto en centrales y radiactividad, opina que los seis reactores de la central nuclear de Fukushima Daiichi de Japón, quedarán "probablemente, como un mausoleo en el tiempo" y que una de las opciones es instalar un sarcófago para evitar la fuga de radiactividad a lo largo del tiempo.

Así, ha señalado a Europa Press que, en caso de tomarse esta decisión, tardará tiempo en llegar y, "aún más" en llevarse a cabo porque se trata de una cuestión de ingeniería.

Sobre el descenso de radiactividad en la zona de Fukushima Daiichi y hasta en la capital japonesa, Tokio, que se registra a raíz del accidente en la central nuclear derivado del tsunami que siguió al terremoto de 9 grados de magnitud en la Escala Richter, ha indicado que, de acuerdo a los mapas la radiactividad se está diseminando en el Pacífico, aunque ha advertido de que la evolución dependerá también de las condiciones meteorológicas y que la radiactividad es "fluctuante".

"Es muy usual que en unas zonas bajen y suban en otros puntos", ha añadido Rodríguez Farré que ha indicado que también depende de "las condiciones que vivan a cada momento los reactores" de Fukushima Daiichi que han sufrido una accidente nuclear a raíz del tsunami que siguió al terremoto de 9 grados de magnitud en la Escala Richter.

De este modo, ha apuntado que, mientras la radiactividad ha bajado en Tokio, habrá que seguir la evolución en varias áreas y ha indicado que ahora los esfuerzos están en contener, en primer lugar todo lo que ha estado saliendo de la piscina del reactor 3, que usaba uranio y plutonio. "Lo usual es que fluctúe mucho la radiactividad en un punto determinado", ha señalado.

Además, ha comentado que la piscina es "más fácil" de refrigerar que el reactor pero que cuando la refrigeración baja en la piscina donde está el combustible, la radiactividad sube "mucho".

Finalmente, ha añadido que los reactores 2 y 3 tienen sus núcleos fundidos y que la duda está ahora en los circuitos de refrigeración que están rotos y que tienen que ser enfriados desde el exterior.