MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha instado al Gobierno de Israel a congelar sus planes para expulsar a inmigrantes indocumentados procedentes de Eritrea y Sudán, entre otras razones porque podrían afectar a personas que aún esperan a que se resuelva su petición de asilo.
Las autoridades israelíes anunciaron la semana pasada un plan para pagar 3.500 dólares (unos 2.900 euros) y un billete de avión a miles de inmigrantes a cambio de que abandonen el país, amenazándoles incluso con encarcelarlos si no acataban la orden antes de finales de marzo.
La ONU, que ha expresado su preocupación por este anuncio, estima que unos 27.000 eritreos y 7.700 sudaneses viven actualmente en Israel, pero este país sólo ha accedido desde 2009 a once peticiones de asilo.
El portavoz de ACNUR, William Spindler, ha instado al Gobierno de Benjamin Netanyahu a paralizar este programa y se ha ofrecido a colaborar "para encontrar alternativas legales para estas personas, mediante la reubicación en otros países".
Spindler ha considerado "particularmente alarmante" que los planes puedan afectar a familias y personas que esperan la resolución de sus peticiones o que los solicitantes de asilo puedan ser llevados al aeropuerto maniatados, según un comunicado de la agencia.
En este sentido, ha recordado que los eritreos reciben habitualmente el estatus de refugiados en los países europeos, por lo que entiende que también "muchos" de los que se encuentran en Israel están en las mismas condiciones.
